De la mano con la intervención integral en el sector de juegos, se realiza también una mejora estructural en el paseo de ingreso a la histórica casa enclavada en el corazón del Parque Miguel Lillo. En el Festivalódromo, por su parte, se cambió el cartel que da la bienvenida al lugar.

«En línea con la idea de recuperar los espacios públicos, de valorizar los puntos de encuentro, de recuperar estos lugares históricos y con tanto renombre», el municipio puso en marcha un trabajo de restauración de los pórticos que engalanan el paseo de ingreso al sector de los museos Histórico Regional y de Ciencias Naturales, según confirmó el subsecretario de Obras Públicas, Lisandro Dones, en el medio de una inspección ocular por el lugar.

Esta obra “es muy importante, porque viene a poner en valor el ingreso» a «un enclave importantísimo de la ciudad de Necochea”, aseguró el arquitecto, mientras reveló que «hace tiempo que estamos trabajando con la Dirección y con la Asociación de Amigos del Museo». En ese marco, hace algunas semanas, «pudimos colocar una puerta de salida de emergencia que, parece increíble, pero nunca se la había dado importancia».

Volviendo al accionar que se comenzó a ejecutar en el camino adoquinado que une la Avenida 10 con el espacio que también alberga al Archivo Histórico de la ciudad, el funcionario informó que «estamos haciendo la reparación de los pórticos de acceso que datan de más de 40 años de antigüedad, y que han sufrido un deterioro importantísimo».

«No solamente es algo estético, sino que pone en riesgo la salud de la gente que viene a visitar el lugar, porque el desprendimiento del material puede ocasionar algún accidente», advirtió Dones, situado en el semicírculo que conforma la estructura en el patio delantero del Museo, agregando que trabajos de similares características se llevarán a cabo en las construcciones emplazadas sobre la avenida, epicentro de la Feria «Cuatro Estaciones».

Con respecto a la parte técnica, el ingeniero civil Gustavo Pardal, encargado de esta parte de la obra, detalló que «las tareas que se están haciendo son de restauración de toda la estructura de hormigón; reparación de columnas, vigas y el acceso, un trabajo similar al que hicimos en el Monumento a San Martín, en la rotonda» de Diagonal y Avenida 59.

Al respecto, «la idea es descubrir y dejar todos los hierros a la vista para hacerles el tratamiento que corresponde, reconstruir el hormigón y, después, tareas de pintura».

A la par, en uno de los laterales del Museo avanza la obra que dejará renovado por completo el sector de juegos del Parque Miguel Lillo, con la incorporación de una selva gigante, similar estéticamente a las estructuras que se colocaron en los otros espacios públicos intervenidos.

La restauración integral de todo ese sector tan emblemático para la comunidad local y el turismo que visita el distrito también comprendió el recambio del letrero aéreo que identifica la entrada al Festivalódromo del Jardín Francés, sobre la Avenida 10 y a pasitos de la rotonda de 91, donde desde hace algunos días se puede leer la leyenda «Bienvenidos ‘Parque Miguel Lillo'» en una nueva señalética en madera que quedará iluminada por las noches.

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