El ahora ministro de Economía será el precandidato presidencial de Unión por la Patria, bajando de la carrera a de Pedro y Scioli. Alberto Fernández jugó sus cartas, los gobernadores presionaron y el kirchnerismo impulsará por primera vez una lista sin sus nombres.

A poco más de 24 horas del límite para inscribir las candidaturas, el oficialismo sorprendió con una fórmula de unidad para las PASO que propone como precandidato a presidente al ministro de Economía, Sergio Massa, y como vice al jefe de Gabinete, Agustín Rossi.

La novedad se publicó minutos antes de las 21 en la cuenta oficial de Unión por la Patria: «Por responsabilidad institucional, política y social, nuestro espacio ha decidido conformar una lista de unidad que nos representará en las próximas elecciones», expresaron en un tuit.

Abajo anunciaron: «Nuestro candidato a presidente será Sergio Massa y lo acompañará como candidato a vicepresidente Agustín Rossi. Reconocemos a los compañeros Eduardo de Pedro y Daniel Scioli, que apostaron a la unidad del peronismo anteponiendo lo colectivo por sobre lo individual». 

Tanto el ministro del Interior, como el embajador en Brasil, ya habían lanzado de forma oficial sus precandidaturas y aún resta saber qué lugar ocuparán en el armado. Todo indica que el destino de De Pedro es el de primer candidato a senador por la provincia de Buenos Aires. También falta confirmar lo que pasará en el resto de los distritos, pero casi se da por descontado que Axel Kicillof irá por su reelección en la gobernación. 

En la otra vereda del kirchnerismo, aseguran que Sergio Massa se quedó con todo: el globo de ensayo de la fórmula Wado de Pedro-Juan Manzur explotó en el aire y una rebelión del peronismo territorial terminó por provocar un terremoto político sin precedente, al filo del cierre de listas.

Quedó expuesta una novedad política de primer orden: el declive de Cristina Fernández como conductora indiscutida del justicialismo y Unión por la Patria irá a las elecciones con una fórmula libre de santacruceños. El Presidente parece haber ejecutado su añorada venganza, después de soportar cuatro años de humillaciones crecientes por parte de su mentora, y le pone fin a 20 años de kirchnerismo.

Alberto Fernández fue el motor de la candidatura de Daniel Scioli, en la que nadie creía realmente, pero que se mantuvo en la cancha suficiente hasta el punto de amenazar al peronismo con una catástrofe electoral. Las PASO entre Scioli y De Pedro eran para gobernadores e intendentes, con bastiones que defender, como que les dieran a elegir con qué veneno morir.

La decisión golpeó dramáticamente a Máximo Kirchner, en quien Cristina había delegado la negociación de las listas y que hizo un estropicio con la imposición de un reglamento super restrictivo. Quiso ganarle a Scioli en el escritorio, una señal de debilidad que alarmó a dirigentes sensatos que exigían algo de orden en el armado electoral. Sobre todo, porque saben que van a una contienda complicadísima, al frente de un gobierno que no logra dominar la inflación y que enfrenta una alarmante carencia de dólares en la economía.

«Vamos corriendo de atrás y encima nos matamos entre nosotros, esto va a ser un desastre», decía el jueves un ministro nacional que no podía creer que meses de gestiones terminaran resumidas en unas PASO entre dos candidatos que no llegaban a los dos dígitos en las encuestas.

“Se tienen que sentar Cristina, Alberto y Sergio”, insistía, con la última gota de optimismo. Al final fueron los gobernadores los que actuaron con fuerza. Ninguno, salvo el tucumano Osvaldo Jaldo (por solidaridad con su comprovinciano Manzur), dio la bienvenida a De Pedro. Y todos siguieron operando por la opción Massa. Incluso Axel Kicillof -que por afinidad ideológica no podía admitirlo- temía lo peor si no había un volantazo de última hora. Los intendentes del conurbano también tenían como su preferido al ministro de Economía.

El razonamiento de ellos es que con Massa en la fórmula la posibilidad de una desestabilización se achica. La mayoría de esos caciques que fueron dóciles al kirchnerismo durante tanto tiempo ya renovaron su poder, al adelantar las elecciones provinciales. Pero temen a lo que vendrá: creen que es el momento de reordenar al peronismo. Y que si no se puede ganar hay que alentar un cambio de liderazgo.

Cristina entró en escena para arreglar el jarrón que rompió su hijo. Habló con los gobernadores, con De Pedro, con Manzur. El riesgo de que Unión por la Patria terminara en tercer lugar inundaba su ánimo desde hace tiempo, según dirigentes que la frecuentan. La Cámpora crujió. De Pedro, «el hijo de la generación diezmada», se quedó sin nada. 

Y Máximo salía del Congreso cabizbajo después de las 21, por la misma puerta por la que había entrado Massa una hora y media antes. La información que surgió desde el oficialismo era que había ido a ver a Cristina. Después el ministro hizo lo posible por desmentirlo. El desenlace llegó apenas después. Una breve comunicación telefónica entre el Presidente y su vice había sellado un pacto sin épica.

2 comentarios en «Massa se quedó con todo: El oficialismo sorprendió con una lista de unidad libre de kirchnerismo»
  1. Argentinos y sobre todo los peronistas, en el momento de votar recuerden que este panqueque vende humo de Sergio Massa proviene de las huestes de Alsogaray en la UCD, es el responsable de aumentar la pobreza y la indigencia. el que fracasó en la guerra contra la inflación, el que no puede parar la suba desbocada del dólar, el de los sueldos más bajos y con menor poder adquisitivo de la historia, el de la miseria que le dan a los jubilados, el que les vetó junto a la mafiosa Cristina Kirchner el 82% móvil y que ESTÁ A LOS BESOS CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL que dicen tanto odiar, o sea unos incoherentes sin par

  2. Argentinos y sobre todo los peronistas, en el momento de votar recuerden que este panqueque vende humo proviene de las huestes de Alsogaray en la UCD, es el responsable de aumentar la pobreza y la indigencia. el que fracasó en la guerra contra la inflación, el que no puede parar la suba desbocada del dólar, el de los sueldos más bajos y con menor poder adquisitivo de la historia, el de la miseria que le dan a los jubilados, el que les vetó junto a la mafiosa Cristina Kirchner el 82% móvil y que ESTÁ A LOS BESOS CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL que dicen tanto odiar, o sea unos incoherentes sin par

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