La cartelería vertical para inmortalizar el recuerdo del exalumno de la Escuela Primaria Nº 28 quedó instalada en las puertas de la institución, en calles 8 y 85, en el marco del proyecto “Esquinas con Memoria”, que impulsa el Archivo Municipal.

El pasado viernes 15 de septiembre, el Archivo Municipal de la Memoria colocó una nueva señalética en memoria de las personas desaparecidas durante la última Dictadura Cívico Militar, en este caso en la esquina de calles 8 y 85 y para perpetuar el recuerdo de Claudio de Acha.

El exalumno de la Escuela Primaria Nº 28 fue detenido y desaparecido el 16 de septiembre del 1.976 en la ciudad de La Plata, en el aberrante acontecimiento histórico argentino conocido como “La Noche de los Lápices”, una acción represiva que se prolongó por algunos días sucesivos y que dejó como resultado el secuestro de un grupo de jóvenes militantes por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

En Necochea, el acto de colocación de la cartelería contó con una gran concurrencia de vecinos y vecinas, además de la especial participación del alumnado del sexto grado de mencionado establecimiento educativo, que desde esta semana verá el recuerdo de Claudio plasmado para siempre en sus puertas.

La convocatoria de las y los estudiantes se dio a partir de un trabajo de investigación que realizan en el marco del programa “Sembrar Memoria” y que, en esta oportunidad, se pudo combinar con el municipal “Esquinas con Memoria”, un proyecto basado en las políticas locales de Memoria, Verdad y Justicia a través del cual se homenajea a las personas con algún vínculo con el distrito detenidas desaparecidas y/o asesinadas por el Terrorismo de Estado.

En este especial evento, Yamil Haedo, director de Relaciones con la Comunidad y DDHH, área de la cual depende el Archivo, agradeció a todos los presentes y cedió la palabra al agente del espacio de Memoria, Alejando Andersen, quien refirió: “Es muy importante la participación de las escuelas, alumnos y docentes”.

“Estamos contentos porque no aparecemos en las escuelas, si no que ellos nos convocan para completar un trabajo que se viene haciendo. A veces el trabajo del Archivo de la Memoria no se conoce lo suficiente, pero sabemos que hay docentes que trabajan en otras escuelas y estos trabajos se multiplican”, aseveró.

Con respecto al proyecto, Andersen reveló que “esta es la cuarta esquina que se señaliza y nos queda una veintena. La idea es poder terminarlas este año y, sobre todo, para el festejo de los 40 años de Democracia”.

Vale destacar que esta iniciativa es impulsada desde el Archivo Municipal de la Memoria y con el acompañamiento de los organismos de Derechos Humanos locales, la Comisión por la Memoria Militante y la Agrupación HIJOS. La propuesta surgió en el año 2.022 y logró su concreción a través de la Ordenanza Nº 11031/23, solucionando un importante impedimento de su precedente (la 9436/18) en cuanto al ejercicio de memoria para la totalidad de las víctimas y su eficiente cumplimiento.

Las ubicaciones seleccionadas para la cartelería vertical colocada en las intersecciones de las calles, próximas al lugar de residencia o referencia de cada homenaje, obedecen a la lógica de la señalización urbana, buscando visibilidad tanto para peatones como vehículos, y son establecidas por el organismo de aplicación de la ordenanza (Secretaría de Gobierno), a través del Archivo y con el asesoramiento de las organizaciones reconocidas por su accionar histórico en el distrito.

Quién era Claudio de Acha

Claudio de Acha nació el 21 de diciembre de 1958 en la localidad de Plátanos, en el partido de Berazategui, cerca de la ciudad de La Plata. Vivió algunos años de su niñez en Necochea, donde cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 28.

Su casa, donde vivía con su familia, estaba ubicaba en Avenida 75 y calle 6, cuando en esa zona había pocas viviendas. Posteriormente, por cuestiones laborales, sus padres se trasladaron a General Pico y, tiempo después, regresaron a La Plata.

En la madrugada del 16 de septiembre de 1976 fue secuestrado de su domicilio de 73 N° 2539, en la ciudad de las diagonales, por un grupo armado identificado con el Ejército. Fue trasladado al Centro Clandestino de Detención “Destacamento de Arana” y, luego, a “El Pozo de Banfield”, en Buenos Aires, dependiente operacionalmente del Primer Cuerpo de esa fuerza militar.

Su caso fue incluido en varias causas judiciales en las que se investigaron, probaron y condenaron delitos de Lesa Humanidad. Fue uno de los jóvenes detenidos desaparecidos durante la acción que los propios represores denominaron “La Noche de los Lápices”, cuando apenas tenía 17 años de edad. Actualmente, continúa desaparecido.

La Noche de los Lápices

Lo que hoy se conoce como “La Noche de los Lápices” fue parte del plan represivo puesto en marcha durante la última Dictadura. El 16 de septiembre de 1976, en la ciudad de La Plata, grupos de tareas conducidos por el general Ramón Camps secuestraron a Claudia Falcone (16 años), Francisco López Montaner (16 años), María Clara Ciocchini (18 años), Horacio Ungaro (17 años), Daniel Racero (18 años) y Claudio de Acha (17 años). Todos ellos eran militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Ellos no fueron ni los primeros ni los últimos estudiantes secundarios secuestrados en esa ciudad. Gustavo Calotti, fue llevado el 8 de septiembre. Víctor Triviño, el 10 de ese mismo mes. A su vez, el 17 de septiembre fueron víctimas de la represión Emilce Moler y Patricia Miranda. Lo mismo sucedió con Pablo Díaz, el 21 de septiembre. Y hubo otros: la extensa lista está integrada por alrededor de 340 adolescentes de todo el país.

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