Una vez más, Boca Juniors eliminó a River Plate por penales, como sucedió en la Copa de la Liga Profesional. Tras igualar 0-0 en un Superclásico deslucido y áspero en el estadio Ciudad de La Plata, desde los 12 pasos el Xeneize fue más eficaz y ganó por 4 a 1. Agustín Rossi le contuvo el disparo a Julián Álvarez, Emiliano Romero desvió el suyo y Carlos Izquierdoz apuntó el decisivo, para desatar el festejo auriazul. Así, los dirigidos por Russo avanzaron a los cuartos de final de la Copa Argentina.
Boca saltó al campo con la misión de no dejar jugar a River. A partir de una disposición táctica bien ancha, un 5-3-2 que amplificó la presión extendida en la salida. Desde esa búsqueda, e los primeros 10 minutos obtuvo un par de pelotas paradas cerca del área y, sobre todo, no le permitió progresar a su rival.
Con Juan Ramírez más suelto, los carrileros siendo agresivos para retener a los laterales de la banda, Pavón estacionado en la derecha y plena atención en las divididas, el control inicial fue auriazul, aunque sin jugadas de riesgo de ninguno de los contendientes.