El gobernador obtuvo 1.170.000 más sufragios que en las primarias y, aunque perdió votantes en comparación con 2019, mejoró considerablemente en distritos clave, arrastrando a Unión por la Patria que obtuvo triunfos en 84 comunas.

El gobernador Axel Kicillof obtuvo anoche un aplastante triunfo con el que quedó cerca de obtener el 45% de los sufragios y aventajó ampliamente –por 18 puntos– a Néstor Grindetti, de Juntos por el Cambio y a Carolina Piparo, de La Libertad Avanza. El mandatario recuperó más de 1.170.000 votos respecto a las PASO y, aunque no logró la performance de 2019, tuvo remontadas épicas en municipios clave.

Es que a diferencia de lo que le sucedió en las primarias de agosto, esta vez Kicillof no solo se impuso en el conurbano bonaerense, sino que mejoró también considerablemente en el interior. Ganó en siete de las ocho secciones electorales y en la Sexta –que abarca el sudoeste bonaerense–, solo perdió por un punto en una elección histórica.

Asimismo, en las primarias el mandatario se había impuesto solo en la Primera y la Tercera sección electoral, donde ahora no solo volvió a triunfar, sino que amplió fuertemente el caudal de votos y obtuvo victorias aplastantes.

Cabe señalar que en las PASO, Kicillof había obtenido 3.062.190, mientras que ahora con los resultados provisorios sumó 4.233.092 sufragios. En las elecciones generales de 2019 el gobernador había cosechado 5.274.511 votos, hasta el momento su mejor performance electoral.

Esta vez, el triunfo fue más amplio en la tercera sección electoral (que aglutina distritos de la zona sur del conurbano bonaerense, más La Matanza), donde la boleta del gobernador rondaba el 51%. Piparo se ubicó segunda en ese territorio, con el 22%, aventajando por alrededor de un punto a Grindetti.

En la Primera Sección Electoral, Kicillof cosechó un 44,61% frente al 26,40% de Néstor Grindetti (Juntos por el Cambio), el 24,79% de Carolina Píparo (La Libertad Avanza). En la Segunda, que integran los municipios del norte de la provincia, UxP llegó al 37,95%; Juntos por el Cambio 31,50%; LLA 28,18% y el FIT 2,35%.

Mientras que en la Tercera sección, el justicialismo alcanzó más de 31 puntos de diferencia al cosechar un 51,57% frente a un 21,30% de Juntos; un 22,72% de los libertarios y un 4,38% de la Izquierda.

En tanto, en la Cuarta, integrada por los distritos del oeste de la provincia, el peronismo logró el 37,07%, Juntos 35,16%, LLA 26,05% y el FIT 1,69%. En la Quinta, Kicillof obtuvo un triunfo con el 35,83%, contra 34,36% de Grindetti, 26,65% de Píparo, 3,14% de Sobrero.

Paralelamente, en la Sexta sección, que conforman los municipios del sur, triunfó JxC con el 33,35%; Unión por la Patria llegó al 32,45% en una elección histórica para el peronismo, donde incluso consiguió arrebatarle varios municipios de peso a Juntos como Bahía Blanca, Patagones y Coronel Rosales. Y se impuso también en Tres Arroyos.

En la Séptima sección, compuesta por los distritos del suroeste, el peronismo llegó a 36,01%; Juntos por el Cambio 33,60%; La Libertad Avanza obtuvo 28,13% y el FIT, 2,23%. En la Octava, sección que integra La Plata como distrito único, el justicialismo trepó al 42,18% y Juntos llegó a 32,75%.

Si bien los intendentes de los distritos clave también tuvieron remontadas para destacar, el gobernador superó los sufragios locales. En La Matanza, por ejemplo, Fernando Espinoza consiguió la reelección con un contundente 53,67%, mientras que Kicillof lo superó y sacó 54,71%.
Por su parte, Grindetti, que había quedado a cuatro puntos de Kicillof en las PASO sufrió una durísima derrota, que amplió a 18 puntos de distancia. El intendente de Lanús en uso de licencia también tuvo un duro golpe en su terruño, ya que la boleta de Unión por la Patria resultó victoriosa a nivel local, provincial y presidencial.

Mientras tanto, Carolina Piparo obtuvo un 24%, un porcentaje casi idéntico al que consiguió en las PASO, cuando logró un 23,8%. En el conurbano, su desempeño fue mejor en la tercera sección electoral, donde fue segunda.

El mapa de intendentes

De esta manera, seis de cada diez municipios bonaerenses serán gobernados por el peronismo desde el 10 de diciembre. En rigor, 84 comunas quedaron en manos del justicialismo, 46 de Juntos por el Cambio y cuatro en poder de los vecinalismos.

Cabe señalar que 94 intendentes buscaban la reelección y de ellos, una veintena quedó sin la posibilidad de renovar, la mayoría de Juntos por el Cambio, aunque también hubo derrotas sorpresivas en tierras peronistas.

El peronismo le arrebató el poder a la oposición en La Plata, Lanús, Bahía Blanca, Tres Arroyos, Patagones, Coronel Rosales, Brandsen, Bragado, Chacabuco, Ramallo, Azul, Suipacha, Saliquello, Dolores, Rivadavia y Olavarría.

Los cambios de color político más inesperados se produjeron en distritos de la Sexta, sección electoral siempre adversa para el peronismo. Unión por la Patria ganó nada más y nada menos que en Bahía Blanca, el municipio de mayor peso político, de la mano de Federico Susbielles. Allí, Juntos por el Cambio se ubicó tercero. También obtuvo triunfos en Tres Arroyos -que gobernaba el vecinalismo-, y en Coronel Rosales y Patagones, administradas por «amarillos».

Lo que ocurre en La Plata también es sorpresivo: Julio Alak volverá a ser intendente tras 16 años si se confirma la tendencia actual en la que se ubica un puñado de votos por encima del intendente del PRO, Julio Garro. Este lunes, en conferencia de prensa, el gobernador Axel Kicillof dio ese distrito por ganado y realizó una felicitación especial al candidato, su actual ministro de Justicia.

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