El decreto de Javier Milei sigue en vigencia mientras no lo rechace la Cámara Baja o la Justicia. Unión por la Patria pediría una sesión. Dudas e internas en los bloques dialoguistas.

El rechazo del DNU de Javier Milei en la Cámara Alta se siguió muy de cerca desde la Baja, donde se definirá el futuro de la medida presidencial que, ahora, no solo está parcialmente frenada en la Justicia, sino herida políticamente.

Por la ley que regula los decretos, sancionada bajo el gobierno de Néstor Kirchner, en la práctica es más fácil mantener la validez de un decreto que sancionar una ley. El DNU, para perder vigencia, debe ser rechazado por ambas cámaras. Si una solo lo rechaza no es suficiente; si una lo rechaza y la otra nunca lo trata, tampoco. De modo que el mega DNU de Milei sigue vigente hasta que lo rechace Diputados o la Justicia defina su inconstitucionalidad.

El DNU fue rechazado en el Senado este jueves por los votos de Unión por la Patria (que supuso 33 de los 42 votos negativos), bloques provinciales ligados a gobernadores, el peronismo no kirchnerista y un sector de la UCR. Sí esto se replicará automáticamente en Diputados, el rechazo para el decreto estaría casi asegurado. Suerte para el Gobierno, el escenario es más complejo, aunque no le garantiza para nada un resultado positivo.

En la Cámara Baja, Unión por la Patria tiene 99 diputados propios, 30 menos que la mayoría, que sería 129. Según indicaban algunos de sus miembros, el bloque apostaba todo a que primero el Senado rechazara el decreto para luego, en el mejor de los casos sobre una “onda expansiva” política, presionar en Diputados.

Si eventualmente la sesión se concretara, y considerando que La Libertad Avanza y el PRO lo defenderán, el futuro del decreto dependerá en gran medida de lo que hagan la UCR, Hacemos Coalición Federal y los bloques que responden a fuerzas provinciales y sus mandatarios.

La discusión se traslada a la Cámara Baja, al mismo tiempo que el Ejecutivo envió un borrador a los gobernadores y a los jefes de los distintos bloques con la nueva Ley Ómnibus reducida, en plena negociación con los mandatarios provinciales por un nuevo pacto fiscal, enmarcado en el llamado al Pacto de Mayo, que convocó a firmar a todo el arco político nacional en un par de meses.

En caso de que el DNU llegue en algún momento al recinto de Diputados, el bloque para el que puede ser más traumática una toma de postura sería la UCR, ya que en el Senado, solo dos de sus 13 miembros votaron en contra del decreto: uno de ellos, el presidente del partido a nivel nacional, Martín Lousteau; mientras que el senador Maximiliano Abad (jefe del radicalismo en Buenos Aires) se abstuvo.

El escenario es complejo, pero la posibilidad de tener que votar por el rechazo del DNU genera mucha incomodidad entre diputados que no solo respaldan buena parte del contenido del decreto, sino que preferirían no tener que votar en una sesión con el kirchnerismo. Es por eso que, diputados de HCF y UCR siguen insistiendo en que el Gobierno envíe, vía ley, lo mismo que decidió por decreto. O al menos forzar una interpretación parlamentaria que permita tratarlo por partes, y no tener que aprobarlo y rechazarlo sí o sí en su totalidad.

Ezequiel Atauche, jefe de La Libertad Avanza en la Cámara Alta, dejó una advertencia cuando el decreto tenía todo dado para ser rechazado por los senadores: “Este es un momento en el cual hay que unirse y empezar a tratarlo pone en riesgo la unidad nacional a la que está llamando el presidente”.

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