La jueza de garantías Lucrecia Bustos entendió que Santiago Chifflet actuó según la ley al disparar contra el necochense Juan Gabriel Gómez (Foto) y darle muerte tras un intento de asalto. A su vez, rechazó el pedido del fiscal Fernando Castro de elevar la causa a juicio.
En junio del año pasado, Santiago Chifflet acribilló a un ladrón -oriundo de Necochea- para defender a su padre de un intento de asalto. El joven realizó siete disparos que impactaron en distintas partes del cuerpo de Juan Gabriel Gómez de 38 años y, cuando éste cayó, regresó y lo remató de otros dos disparos en la cabeza.
Por este hecho, el victimario fue sobreseído por la Justicia de Mar del Plata al considerar que actuó en el marco de la legítima defensa. Por ende, la jueza Lucrecia Bustos, del juzgado de garantías N°6, contradijo así al fiscal Fernando Castro que había pedido llevar el caso a juicio alegando que el joven remató al ladrón cuando éste ya estaba sin posibilidades de defenderse, con otros siete disparos en su cuerpo.
Según la jueza, “tanto los testigos, el imputado, como los peritos y las filmaciones, demuestran -a diferencia de lo que entiende el Fiscal- que Gómez continuaba resultando una amenaza hasta que recibió el último disparo, de modo tal que la conducta del imputado no excedió los límites de la justificación. En atención a lo expuesto, y no vislumbrando que la realización del debate permita arribar a una decisión distinta, corresponde hacer lugar al sobreseimiento requerido en orden al delito de Homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
Desde la defensa de Chifflet, a cargo del ex juez Aldo Carnevale, se pidió la solicitud de sobreseimiento pero además incorporó a la causa el testimonio del experto en ciencia forense, el comisario mayor Hernán Gacio. Este último dijo que, tras presenciar la escena del crimen y las grabaciones de video expresó: “los videos los vi innumerables cantidad de veces” y agregó que “la pistola impresiona que no solo la posee correctamente empuñada sino que también posee un dedo de accionamiento sobre la cola del disparador”.
En conclusión, la jueza Bustos resolvió sobreseer a Chifflet del delito de homicidio y de la vinculada figura de la portación ilegal de arma de fuego. Si bien el imputado no tenía autorización para portarla, se le creyó que la llevaba descargada y que solo la puso activa para defender a su padre.