La directora de la cátedra, Mónica Bouyssede de Marcenac, resaltó el rol del programa Barrio Cultura en la comunidad local, y junto a su hija Lucía destacaron que la experiencia fue enriquecedora mutuamente.  

El Programa Barrio Cultura va culminando con sus actividades del año, entre ellas, los talleres en Educación para la Paz que han realizado los integrantes de dicho espacio gracias a la coordinación del municipio con la Cátedra abierta “Alfredo Marcenac”, que funciona en la sede Quequén de UNICEN.

Quienes componen la cátedra, la mamá y hermana de Alfredo, Mónica Boyussede y Lucía Marcenac, resaltaron la articulación llevada adelante y destacaron con satisfacción el intercambio con los talleristas de Barrio Cultura, programa que depende de la Dirección de Educación Municipal.

En primer término, Mónica manifestó que “ha sido un año muy movilizador y muy activo, como integrantes de la cátedra abierta en Educación para la Paz “Alfredo Marcenac” que depende de la Facultad de Ciencias Sociales de UNICEN, con la Sede Quequén, una de las actividades de este año, en el marco de un convenio que la cátedra tiene con el municipio, fue un taller de introducción a la Perspectiva Pedagógica de Educación para la Paz con los talleristas de Barrio Cultura”, lo cual definió como “una experiencia muy interesante”.

Bouyssede comentó que “sabíamos del programa Barrio Cultura pero no sabíamos de todo el potencial que tiene y la tarea que realizan. El taller duró desde junio hasta esta semana, que culminó con la certificación a los 17 talleristas participantes, y fue una experiencia movilizadora en momentos donde el problema más grande que tenemos en la sociedad es la resolución no violenta de los conflictos”.

Puso en valor la directora de la cátedra que “este grupo de Barrio Cultura va a los barrios de Necochea y Quequén y que pongan todo su esfuerzo para trabajar con niñas, niños y jóvenes para enseñar a través del arte o estrategias artísticas cómo resolver los conflictos sin violencia, es un desafío muy grande para ellos y para nosotros. Haberlos orientado en lo que significa esta perspectiva de abordaje de la paz y el conflicto fue muy interesante y muy positivo”.

Por su parte, Lucía rememoró que “empezamos desde 2009 con la cátedra abierta, siempre tratando de responder a las necesidades que nos va planteando el municipio, y en este caso los talleristas de Barrio Cultura sentían la necesidad de sumar herramientas para abordar las situaciones de conflictividad, por eso se nos convocó”.

No obstante, recalcó que “la cátedra abierta no solo trabaja en extensión de estas experiencias, sino también en formación y producción de conocimiento, y por ejemplo este año cerramos un trabajo importante sobre las formas de abordaje de la conflictividad social a nivel comunitario, trabajando con organizaciones sociales y empezando a visibilizar experiencias que hay en la comunidad, así como pasó con Barrio Cultura, y que entendemos que son de construcción de paz”.

“Más allá de todas las situaciones de violencia y conflictividad, Necochea sería mucho más violenta si estas experiencias no existieran, así que esta es una forma de darle valor”, subrayó Lucía, asegurando que “con Barrio Cultura fue un enriquecimiento mutuo porque también aprendimos mucho nosotros de lo que se hace desde el programa, y de hecho los talleres se fueron extendiendo porque sentíamos que lo necesitábamos ambas partes”.

Seguidamente, Mónica recordó que desde la cátedra “tenemos una línea de trabajo muy fuerte desde hace años con el Instituto de Formación Docente Nº 31, el año pasado trabajamos con Envión en una experiencia muy positiva y este año con Barrio Cultura, así que para nosotros que nuestra sociedad entienda que tenemos un capital humano y social disponible para abordar los conflictos es muy necesario”.

Finalmente, Bouyssede resaltó el programa Barrio Cultura y a las personas que lo componen, visualizando que “programas como este, el Envión o el Instituto Nº 31 son cuestiones difíciles de llevar adelante y requieren de un compromiso comunitario muy fuerte”, y “las personas que trabajan en Barrio Cultura tienen una formación en lenguajes artísticos que les permiten contar con herramientas para facilitar la transformación de los conflictos, gente con muchos años de experiencia y recorrido en las comunidades y barrios, a quienes es necesario reconocerles su labor”.

“A veces pensamos en términos de problemas económicos y nos olvidamos que estos problemas humanos de conflictividad son los más necesarios a atender, porque son justamente los que pueden generar mayor complejidad, y es muy importante rescatar que es la tercera gestión municipal en la que existe Barrio Cultura y debe seguir existiendo, y es necesario que exista también más apoyo, ya que le han brindado mucho apoyo pero tienen que tener más presupuesto para ello y nos parece algo a rescatar, muy importante para la vida de Necochea y Quequén”, culminó la directora de la cátedra “Alfredo Marcenac”.

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