

La estimación se presentó en una conferencia con 122 reuniones entre 53 inversores y 16 empresas argentinas –como Supervielle, Edenor y Central Puerto– en las que se discutió sobre el FMI, el panorama electoral y el rumbo económico del gobierno.
El gobierno libertario defiende su plan de estabilización asegurando que la inflación está en baja, pero los mercados parecen anticipar que la política cambiaria actual no es sostenible. Para los analistas, la estrategia de anclar el tipo de cambio se enfrenta a límites evidentes y un ajuste cambiario es solo cuestión de tiempo.
A medida que el relato oficial choca con las presiones económicas, el margen de maniobra del gobierno se achica. La permanencia del cepo, que Milei y Caputo criticaron con dureza antes de asumir, deja en evidencia que la "libertad económica" que promueven no se aplica a todos los frentes.