Mediante un comunicado del Gobierno, Argentina rechazó las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa, Yoav Gallant. El organismo los acusa de ser responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad en la Franja de Gaza desde el 8 de octubre de 2023. La decisión de la CPI fue rechazada por la administración de Javier Milei que manifestó su desacuerdo a través de un comunicado oficial.

En su mensaje, el presidente Javier Milei subrayó que la resolución de la Corte "ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse" frente a ataques continuos de grupos terroristas como Hamas y Hezbolá. Aseguró que las acciones de Israel deben ser entendidas en el contexto de una "agresión brutal" que enfrenta el país, a la vez que cuestionó la postura de la CPI al no considerar las "atrocidades" cometidas por estos grupos en el conflicto.

El Gobierno argentino destacó que "criminalizar la defensa legítima de una nación" mientras se omiten tales actos de violencia es un acto que "distorsiona el espíritu de la Justicia internacional". En ese sentido, reiteró su apoyo a Israel y reafirmó su derecho a proteger a su población. Además, el comunicado expresó una firme demanda por la liberación inmediata de los rehenes que aún se encuentran en manos de los grupos terroristas.

La Corte Penal Internacional, por su parte, fundamentó las órdenes de arresto basándose en su investigación sobre posibles crímenes cometidos por altos funcionarios israelíes en Gaza. En este marco, los jueces de la CPI también autorizaron la detención de Mohammed Deif, líder militar de Hamas, a quien consideran responsable de la planificación y ejecución de ataques contra civiles israelíes. Sin embargo, el grupo islamista sostuvo que Deif sigue vivo, a pesar de los informes israelíes que sugieren su muerte en un ataque aéreo el pasado junio.

El rechazo del Gobierno argentino a la medida dictada por la CPI se inscribe en un contexto de creciente tensión internacional tras el recrudecimiento de las hostilidades entre las facciones más duras de Israel y Palestina.

Cómo reaccionó el mundo

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, de dictar órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant y la ha calificado de "escandalosa".

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, afirmó el viernes que haría caso omiso de la orden de detención, añadiendo que no sólo desafiaría al tribunal, sino que cursaría una invitación a Netanyahu para que viajara a Budapest.

En Italia, el ministro de Defensa, Guido Crosetto, declaró el jueves que, aunque era "erróneo" comparar a Netanyahu y Gallant con Hamás, si ambos entraran en Italia, "tendríamos que detenerlos". Sin embargo, Matteo Salvini, el viceprimer ministro y ministro de Infraestructuras y Transportes, no comparte la misma opinión: "Tengo previsto reunirme pronto con representantes del Gobierno israelí y si Netanyahu viniera a Italia sería bienvenido . Los criminales de guerra son otros", afirmó.

No obstante, Irlanda, Suecia, Países Bajos y Francia han señalado que respetarían la decisión del tribunal y podrían detener a Netanyahu si viajara a alguno de sus países. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia declinó decir si el país detendría a Gallant o a Netanyahu, pero afirmó que actuaría "de acuerdo con los estatutos de la CPI".

Las órdenes de detención son "un paso extremadamente significativo", según el primer ministro irlandés, Simon Harris, quien añadió que su país respetaría el papel de la CPI. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria dijo que las órdenes eran "absurdas", pero que su país también se vería obligado a aplicar detenciones en caso de que Netanyahu y Gallant viajaran a Austria.