El presidente Javier Milei tocará la tradicional "campanita" en Wall Street y mantendrá contacto de primera mano con diferentes inversores, en el marco de su viaje a los Estados Unidos para disertar en la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Además, la agenda también tiene previstos encuentros con el magnate Elon Musk, el presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen y el mandatario de Ecuador, Daniel Noboa.
El mandatario partió este sábado con rumboa los Estados Unidos y regresará al país el miércoles 25 de septiembre, según detalló el vocero presidencial, Manuel Adorni, el pasado viernes en su habitual conferencia de prensa.
Entre los puntos más importantes, este mediodía el libertario se reunirá una vez más con Elon Musk, Director Ejecutivo de Tesla. Está será la tercera vez que ambos se encuentren, luego de la visita del máximo mandatario argentino a las instalaciones de la empresa de la industria automotriz en abril y el segundo encuentro en Los Ángeles, con la presencia de Karina Milei.
El martes a las 16.30 horas locales hará su exposición en el Debate General de la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas, luego de reunirse con el vicepresidente de Política Global y Asuntos Gubernamentales de Google, Karan Bhatia. Tras su exposición, mantendrá una bilateral con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa y luego con la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
Finalmente el martes a las 22 partirá desde Nueva York hacia la Argentina, donde se espera que arribe el miércoles a las 7 de la mañana.
Qué es el toque de campana en Wall Street
El campanazo tiene sus orígenes en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), ubicada en Wall Street y fundada en 1792. En sus primeros días, los corredores de bolsa se reunían bajo un árbol para realizar sus transacciones. Con el tiempo, la campana fue introducida como un medio para indicar el inicio y el final de las operaciones bursátiles. Hoy en día, el NYSE sigue manteniendo esta tradición, con personalidades destacadas y directivos de empresas tocando la campana en eventos especiales.
El campanazo no solo señala el comienzo y el fin del día de operaciones, sino que también se ha convertido en un símbolo de transparencia en los mercados financieros. Pese al avance de la tecnología y la automatización de las transacciones bursátiles, mantiene su relevancia, sirviendo como un recordatorio de la historia y las tradiciones que sustentan el sistema financiero global.
Además, el campanazo ha evolucionado para ser más inclusivo y representativo. Empresas que debutan en el mercado, organizaciones benéficas y figuras destacadas de diversos campos son invitadas a tocar la campana, reflejando la diversidad y la amplitud del impacto del mercado de valores en la sociedad.