

Foto: lavaca
Las organizaciones sociales peronistas nucleadas en la UTEP, acompañadas por la CGT, las dos CTA y organismos de derechos humanos preparan para la jornada del 7 de agosto una contundente protesta en la Plaza de Mayo, en reclamo por los despidos y el ajuste en los salarios, en lo que será la primera celebración de San Cayetano del gobierno de Javier Milei.
El gremio de la economía popular que integran el Movimiento Evita, el MTE, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, entre otras banderas, termina por estas horas de definir el plan de acción, pero ya está confirmado que la concentración principal será frente a la Casa Rosada, en la histórica Plaza de Mayo.
No obstante, más temprano se hará una bendición a herramientas de la economía popular en el santuario de Liniers, como ya es tradición, pero se organizará una peregrinación a través la avenida Rivadavia hacia el microcentro porteño, según información del medio Política Argentina.
Las razones tienen que ver con la idea de evitar confrontar con el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich, ya que durante las últimas manifestaciones, como la que se realizó para la votación de la Ley Bases, consideran que hubo provocaciones e infiltrados y temen que se repita esa conducta que justifique para el Gobierno una feroz represión.
Hace años el gremio de la economía popular lleva adelante una movilización cada 7 de agosto. De hecho, la unión de organizaciones con figuras destacadas como Emilio Pérsico, Juan Grabois o Juan Carlos Alderete originalmente se conocía como "Los Cayetanos" a partir de la multitudinaria procesión de 2016 contra las políticas de ajuste de Mauricio Macri.
También en la Iglesia hay expectativa por el 7 de agosto, en el marco de una preocupación generalizada por la cuestión social. Desde la Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor Oscar Ojea, identificaron a San Cayetano como una de las celebraciones comunitarias "más importantes", a la par de la peregrinación Luján.
Además es evidente que la relación entre el Gobierno y la Iglesia pasa por un periodo de fuerte enfriamiento, a tal punto que no hay relación de alto nivel entre la pastoral social y la Casa Rosada. Por caso, no hay vínculo con la ministra Sandra Pettovello, aunque sí con la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Tampoco hay fluidez con la secretaría de Culto, Francisco Sánchez, que depende de la canciller Diana Mondino. La distancia quedó cristalizada en el Tedeum del 9 de julio, cuando el arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, hizo una fuerte homilía crítica frente al propio Milei.