Además de una estación reguladora de presión y medición, la obra recorre 1900 metros para abastecer a la localidad con gas natural por red, beneficiando directamente a unos 230 domicilios particulares, 3 instituciones educativas, una unidad sanitaria, dos plantas de cereales y una quincena de comercios.

El 20 de abril será la fecha para una efeméride que quedará marcada a fuego en la memoria de cada uno de los y las pobladores de la localidad de Claraz. Y es que, en la jornada de ese jueves, el intendente municipal Arturo Rojas dejaba oficialmente inaugurada la planta que garantiza el acceso al servicio de gas natural a más de 650 habitantes del interior del distrito.

La trascendente obra había sido una promesa de campaña de gestiones anteriores, comenzó a ejecutarse en 2019 y quedó inconclusa, dejando al predio donde se iban a instalar los reguladores de presión para la posterior distribución del hidrocarburo en estado de completo abandono, y a los vecinos y las vecinas con una sensación de continua desidia por parte del Estado local para con sus intereses.

Observado los reclamos y empatizando con la desesperanzadora situación, el Jefe de la comuna puso sus energías en reactivar las gestiones ante la Provincia de Buenos Aires desde y devolver la dignidad a esos cerca de 650 pobladores que estaban cansados de escuchar excusas, desde apenas iniciado su mandato.

Fue así que en agosto de 2022 se pudieron, finalmente, reactivar las tareas en el gasoducto ubicado al norte del partido y, para ello, fueron de vital importancia los permanentes canales de comunicación abiertos por el mandatario local con el organismo provincial regulador de la energía, tanto así como el fortalecimiento de la relación institucional con sus autoridades.

“Desde el primer día que entré a la gestión le pregunté al Intendente por la obra del gas y desde ese día no se ha parado con las gestiones, y finalmente se ha dado, gracias a Dios”, señalaba en ese momento el delegado José García, calificando ese retome de la obra como “algo muy ansiado”.

“Ya van tres años que la obra no está terminada y mucha gente de la localidad estuvo haciendo su obra particular dentro de su casa, lo que les ha generado un gasto significativo”, explicaba para justificar su creciente entusiasmo con cada nueva pieza que se colocaba en la planta.

Finalmente, a mediados del cuarto mes del corriente año y en representación del Departamento Ejecutivo municipal, Arturo Rojas presidió la ceremonia oficial en la Plaza Libertad que aseguraba a la comunidad clarense un servicio tan básico como anhelado por generaciones enteras.

“Agradezco, en primer lugar, al Gobernador por habernos escuchado en las conversaciones sobre obras inconclusas en localidades del interior, cómo también la predisposición y el trabajo de la gente de BAGSA”, manifestó el Intendente justo antes de proceder al encendido de la simbólica llama votiva, y enfatizó “esto tiene que ver con decisiones políticas que se traducen en obras trascendentales para los vecinos” y “nos tiene que hacer reflexionar de la importancia del Estado, ya que esto va a ser un antes y un después para quienes se puedan conectar al gas, que es mucho más seguro y barato, y servirá para alentar a la producción”.

Al cerrar su mensaje, que estuvo precedido por las palabras del subsecretario de Energía de la Provincia, Gastón Ghioni, y del presidente de la empresa pública Buenos Aires Gas SA, Pablo Pérez; Rojas reflexionó: “Ese es nuestro objetivo, trabajar de manera mancomunada para que los vecinos tengan más servicios y haya más progreso para los pueblos del interior, que también existen y son muy importantes para nosotros”.

Gracias a una inversión estimada -a valores actuales- de 450 millones de pesos, en la localidad hoy ya funciona de manera óptima una estación reguladora de presión y medición, que cuenta con un sistema de separación de polvo y líquido, medición del gas y odorización en instalación aérea.

Además, el gasoducto de Claraz recorre 1900 metros para interconectarse con el de “Barker – Necochea” y, así, abastecer al pueblo con gas natural por red, beneficiando directamente a unos 230 domicilios particulares, 3 instituciones educativas, una unidad sanitaria con instalaciones de resguardo geriátrico, dos plantas de cereales que producen numerosas fuentes laborales y cerca de una quincena de comercios.

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