A horas que se cumplan 7 meses de aquella mañana del 29 de julio en que fue encontrado acribillado de 5 tiros el cuerpo de Alejandra Fiorito nunca hubo un mínimo avance en la causa que está totalmente paralizada. Acá no hubo ni una marcha ni una declaración de quienes defienden fervorosa y razonablemente la integridad de la mujer.
Se congeló o «lo freezaron», lo cierto es que cinco disparos terminaron con la vida de una mujer de 45 años que comercializaba droga y prestaba dinero, donde se focalizó la línea investigativa pero sin resultado favorable en todos estos meses.

El hermetismo desde el primer momento fue absoluto. Y al femicidio lo circunda una idea de que comenzaron la pesquisa deslizaron «se trata de gente muy pesada» aludiendo al o los ideólogos del homicidio. Serán tan «pesados/as» que se deshilachó la causa?¿O él o los homicidas son dueños de un poder entre las sombras?
Alejandra Fiorito recibió dentro de su Surán cuatro disparos por la espalda, otro por la zona lateral izquierda y como sello mafioso un profundo corte en el estómago. Como si además del crimen se tratara de un mensaje para alguien más.

En el automóvil que estaba estacionado en avenida 58 entre 87 y 89, se hallaron 28 envoltorios con cocaína, y dos en una mano de la víctima.
Estaba el teléfono celular y dos chips de Fiorito. Pese a esos hallazgos nada ha logrado que la causa se destrabe y tenga un avance.
Fiorito murió por un shock hipovolémico provocado por uno de los cinco disparos que le perforó el corazón y uno de los pulmones, según el informe forense.
Los primeros indicios permitieron encontrar un pelo largo y rubio presuntamente de mujer, en el auto, barro en la parte trasera y la sospecha de un segundo vehículo.
Días después hubo quince allanamientos simultáneos, cinco personas fueron aprehendidas sospechadas de vínculos con Alejandra y en ninguno de los procedimientos se halló el arma que se habría utilizado para su fusilamiento.
Las aprehensiones de cinco sospechosos fueron realizadas a pedido del fiscal Carlos Larrarte por más de 80 efectivos de la policía bonaerense que concretaron 15 allanamientos simultáneos en Necochea y Quequén.
En los procedimientos se secuestraron armas (dos revólveres y una escopeta, estupefacientes (cocaína y marihuana) y sus teléfonos celulares, mientras que los detenidos son todos oriundos de Necochea y tienen antecedentes penales. Fueron indagados pero tras ello todos recuperaron la libertad.A esta altura del tiempo todo ese enorme despliegue de efectivos dispuesto por la justicia parece un montaje, como que se hacía algo.
Alejandra Fiorito era tía de uno de los traficantes más conocidos de la ciudad, con asiento en el Fonavi, pero ella trabajaba por su cuenta en la venta de droga y préstamo de dinero. Ambiente difícil en el que se manejabe, pero hasta su muerte nunca había tenido incidente alguno con sus actividades ilícitas.
La mujer fue asesinada cerca de las 22 del miércoles 29 de julio y el hecho fue descubierto al día siguiente a las 9, cuando el cadáver fue encontrado dentro de un automóvil VolksWagen Surán, dominio HAS885, color gris, estacionado sobre la avenida 58, entre las calles 87 y 89, del barrio Capuchinos, de Necochea.
El fiscal no tuvo contacto con el periodismo pero deslizó “…Se aseguraron de matarla…”. Fue fusilada por la espalda y le abrieron el estómago con un cuchillo. A 210 días del femicidio las preguntas siguen flotando «¿fue la mafia de la droga que se robustece día a día en Necochea o un ajuste de cuenta? ¿Se tapó todo como el femicidio de Mónica Neila?¿Había peces gordos con el suficiente «poder» para que algún día la causa pase a archivo? Todos interrogantes sin respuesta y un expediente que parece dormir sin desvelo alguno en un cajón de un despacho judicial.

Un comentario en «Un homicidio/femicidio que ingresó en el freezer de la investigación. Quien tapó el fusilamiento de Alejandra Fiorito»

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