Dos episodios delictivos de gravedad e importancia tuvieron lugar en las últimas horas en lo que nuevamente parece ser la reaparición de audaces delincuentes que ni la justicia ni la policía pueden frenar.
Un hecho ocurrió ayer, en una vivienda de la calle 6 y 75. Su propietaria, María Inés Pieroni, jubilada, salió a media mañana y cuando volvió se encontró que habían revuelto toda la casa(Foto).
Le robaron alhajas de oro, cuatro relojes, una notebook y un celular que todavía estaba pagando.
En plena luz del día, y a una cuadra de la sede de la fiscalía, los delincuentes aprovecharon que la mujer salió y, tras forzar una puerta del garaje del inmueble, revolvieron todo en busca de artículos de valor.
Intento de robo e incendio
Una grave denuncia pública formuló el comerciante Ricardo Fernández dueño de Dulcemar a quien anoche le quisieron robar y cómo no pudieron intentaron incendiarle el negocio ubicado en 81 y 8. Fue exaltado hasta la comisaría a pedir una custodia y allí, dice Fernández, fue invitado a pelear por algunos efectivos. Los Bomberos antes habían sofocado el incendio.

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