Los dirigentes que integraron las filas de Dodds y Vallota en las PASO y que rompieron con la alianza pre electoral por la “falta de representatividad” del radical Gonzalo Diez, aducen que la victoria de Nueva Necochea se debe a que la gente todavía asocia a la figura de Arturo Rojas con Juntos. Además, tildaron al clientelismo del Frente de Todos como “totalmente obsceno”.
Con ganadores y perdedores definidos, comienza en Necochea una nueva etapa de rearmado político que implicará una guerra de egos y un desafío para las bases de cada uno de los partidos, por lo menos de los más tradicionales o con una estructura consolidada. En el caso del PRO, que ya había sufrido una ruptura interna cuando la representación de Juntos quedó en manos exclusivas del radicalismo, hubo un sector que ya había manifestado públicamente su apoyo al intendente Arturo Rojas, e incluso repartieron la boleta violeta del oficialismo junto a la de Diego Santilli, candidato a diputado nacional por la coalición opositora.
Dos de los referentes de ese movimiento fueron Mara Laxalt, del MSR, y Juan Pablo Sain, del partido que preside Patricia Bullrich a nivel nacional. Contentos por la remontada de Nueva Necochea, que permitirá al primer mandatario local que tres de sus funcionarios ocupen una banca en el Concejo Deliberante, visitaron el estudio de Voces de la Ciudad para efectuar una evaluación de estas elecciones de medio término.
Intentando hacer una lectura sobre la voluntad de los vecinos en las urnas, el abogado señaló que la falta de respaldo hacia la boleta de Juntos a nivel local se debió a “la poca representatividad que había quedado en la lista”, y aseguró que su “responsabilidad” tiene que ver “con ampliar la base del PRO”, por lo que “no podíamos quedar encorsetados en esa lista de un sector del radicalismo”.
Sobre la duplicación de los votos en favor de la lista que encabezó Ruth Kalle, Sain aseguró que “Arturo (Rojas) entró a la intendencia con una boleta de Juntos por el Cambio y la gente lo tiene identificado como una persona del espacio”, aduciendo que los votantes macristas de Necochea viraron para esa construcción antes que volcarse a votar a Diez. “Si ves los números son los mismos de la interna de 2019, dentro de los mismos votos de Santilli”, justificó el ex precandidato a concejal por el espacio que condujo María Eugenia Vallota.
Quizás como queriendo empezar a explicar algunas de las cuestiones que la llevaron a apoyar al jefe de la comuna luego de haber sido la número 2 de una de las boletas de Santilli a nivel doméstico, Mara Laxalt recordó: “No nos olvidemos que Vallota sacó un comunicado diciéndole tránsfuga a Rojas y que Dodds lo trató de corrupto. Después de esas descalificaciones personales es muy difícil retomar el diálogo”, admitió, asegurando que “estas dos personas son responsables de que a partir de diciembre el PRO no tenga representantes en el Concejo Deliberante, porque no fueron capaces de construir políticamente”.
Sin olvidarse del Frente de Todos, la ex consejera escolar calificó la elección de la lista de Andrea Cáceres, los hermanos López y el Movimiento Evita como “muy mala” y opinó que fue “totalmente obsceno” ver una fila de vecinos en situación de vulnerabilidad en las puertas del local partidario para llevarse una bolsa de mercadería, solo un día antes de la elección. “Eso es subestimar al electorado”, apreció, además.
Para terminar, ambos dirigentes coincidieron en que hay que comenzar a dejar de lado la pelea partidaria local permanente y no perder de vista que lo que importa es el desarrollo local, y llamaron al armado de “una mesa del PRO consistente, en un solo espacio” para “establecer un plan de acción a futuro”, que, como expresaron, esperan que sea con Arturo Rojas dentro.

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