La contadora pública Carla Ferrelli de 28 años murió el domingo pasado durante una excursión en el glaciar Ojo del Albino, en Ushuaia.
Su padre, Daniel, empresario hotelero, estaba al frente de las gestiones en nuestra ciudad para recibir el cuerpo, tras la realización de la autopsia.
Como una hija ejemplar, muy estudiosa y amiga fiel definieron a Carla quienes la conocieron tanto en su ciudad natal, como en Tandil, el lugar que adoptó, hace casi una década, para estudiar y vivir.
Allí, en noviembre de 2016, se recibió en Ciencias Económicas junto a Ezequiel, su novio necochense con quien hizo la carrera a la par, en la Universidad Nacional del Centro.
Así como las sierras de Tandil la acompañaron toda su carrera universitaria y sus últimos años, las montañas aparecieron muy ligadas a la vida de Carla y su familia.
El resultado preliminar de la autopsia confirmó lo que sospechaban: Carla murió de un paro cardiorrespiratorio debido a una descompensación por hipotermia, a raíz de las bajas temperaturas en el lugar.
Carla había viajado a Ushuaia con una amiga y el sábado decidieron tomar una excursión al glaciar Ojo del Albino, tras unos 20 kilómetros de caminata hasta los 900 metros sobre el nivel del mar.

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