Una persona relacionada a este portal que recibió la vacuna rusa en sus dos componentes ya concurrió dos veces al Hospital Modular a retirar la tarjeta que se les entrega a los vacunados. Eso, según se le informó cuando le dieron la segunda aplicación, debería retirarlo a los 20 a 25 días pero si bien tuvo la suerte de que se le aplicaran las dos dosis no tiene la misma suerte para hacerse de dicha tarjeta que lo valida como vacunado.
Sucede que ahora el hospital modular ha sido dividido en dos sectores, uno para el área vacunación, que atiende martes, jueves y sábado pero que en las dos oportunidades que concurrió el colega estaba cerrado y no queda ninguna persona para responder las consultas de la gente. Y el otro sector es para hisopados, que atiende a diario. En los dos casos las puertas están cerradas, y en hisopados se abre la ventanilla para responder (de muy mala gana por parte de la empleada) las consultas. Hoy por la mañana ante la requisitoria de esta persona de porqué estaba cerrada el área de vacunación, la joven empleada respondió «atienden jueves y sábado (omitió el martes), pero nosotros no tenemos nada que ver», tras lo cual cerró la ventana de hoja corrediza. Cómo que no tiene nada que ver?
Algunas otras personas que arribaron en ese momento a hisopados se retiraron porque al parecer hoy no se estaban haciendo hisopados.
De ahí la pregunta ¿para qué se construyó este confortable hospital modular si no se lo está usando practicamente, y quien está a cargo del mismo o lo maneja esta joven empleada?
La gente que concurre con ansiedad y expectativas al lugar se retira con más incertidumbre con la que fue. Se deberían utilizar otros criterios porque la gente no va porque le gusta, sino porque está preocupada o con miedo y se va sin respuesta alguna.

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