El aprovechamiento de la Energía Undimotriz se comenzó a estudiar en 2009, con el objetivo de contribuir al objetivo mundial de reducir las emisiones de efecto invernadero, pero que al mismo tiempo sea un aporte en el camino a la soberanía energética.
El proyecto de la UTN obtuvo el primer premio en el concurso INNOVAR y en 2015 fue declarado de Interés Nacional por el Senado. Actualmente el equipo trabaja bajo la coordinación del ingeniero Pablo Haim.

Las boyas son de acero naval huecas.
Su peso puede variar de 2 a 20 toneladas, mientras que su diámetro puede ser de 3 a 10 metros. Según las dimensiones del equipo, la potencia podrá variar entre 30 kW a 200 kW por boya.
El equipo puede ser instalado offshore mediante pilotaje, plataformas de extracción de petróleo y gas o en estructuras existentes como escolleras y muelles, como las de Mar del Plata y Quequén, en Necochea.
La iniciativa está en pleno avance con la firma de convenios.

El equipo de UTN acordó un plan de colaboración con el Foro Regional Eléctrico de Buenos Aires (FREBA) y aspira a obtener discute $50 millones de financiamiento del Fondo Sectorial Argentino (Fonarsec) para construir y colocar el primer equipo de energía undimotriz del país.
Los científicos trabajan en el diseño, la parte mecánica, eléctrica y electrónica del dispositivo a escala real (1:1) para probarlo en la escollera sur del Puerto de Quequén. La intención también es probarlo en el puerto marplatense, cerca de la reserva de lobos marinos.
La energía undimotriz es limpia y renovable, con muy bajo impacto ambiental, permanece constante todo el año, sin interrupciones y es predecible.

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