Un revés acaba de dar el kirchnerato instalado en la conducción de Puerto Quequén al periodismo libre de Necochea y Quequén.
El periodismo alternativo e independiente, entre el que se encuentra Política Necochea, soporta por una reciente decisión la anulación publicitaria. Con el agravante que la última factura, antes de interrumpir el contrato, quedó impaga.
En el caso de Política Necochea desde su creación hace 8 años siempre contó con el auspicio del ente portuario. Ese recurso, que no significa una pauta opulenta, sumada a las otras que integran nuestra cartera publicitaria nos permiten cumplir con esfuerzo cotidiano con nuestra misión de informar y, a la vez, poder ser una pyme periodística que da trabajo a un puñado de profesionales.
Desde el ente portuario se comunicó a nuestro portal que se retiraría la pauta publicitaria por unos meses debido a la pandemia. Como se ve la epidemia que ya cumplió un año y cuatro meses, es la mejor excusa para cortar el de por sí castigado ingreso que tienen los medios alternativos. No sucederá lo mismo, el recorte, para los dos medios tradicionales de la ciudad que sí tienen pautas significativas, lo mismo que medios gráficas porteños que reciben pautas mensuales de hasta $ 200.000. Pero el hilo se corta como siempre por lo más delgado. Y el kirchnerato que maneja Jorge Alvaro en el Consorcio Portuario ha puesto en marcha esta vieja y oscura práctica, castigando a quienes procuramos ejercer el periodismo independiente y como una alternativa más al enfoque de los medios que responden al establishment.
La corrupción kirchnerista odia al periodismo independiente y sus archivos, y el presidente del consorcio no iba a ser la la excepción. Parece que no le gusta que la gente se entere que se toma LICENCIAS PAGAS para ir a su provincia por largos tiempos y que el puerto siga funcinando como si él no existiera. O sea, le molesta que la población tome conciencia de que es un ñoqui con salario de un príncipe