miércoles 10 de diciembre de 2025 - Edición Nº513

SOCIEDAD | 10 dic 2025

Siete de cada diez prendas ya son chinas: alerta por el impacto en empleo y producción

16:28 |Un informe de la Fundación ProTejer alerta que la desregulación y el descontrol del courier aceleraron el avance asiático, poniendo en riesgo producción y empleo en todo el país.


La apertura comercial impulsada durante el gobierno de Javier Milei volvió a dejar en evidencia el impacto que la desregulación tiene sobre la industria nacional, especialmente en el sector textil, hoy expuesto como nunca al avance de la importación asiática. En este escenario, un nuevo informe de la Fundación ProTejer advierte que la pérdida de competitividad ya se traduce en caída de producción, empleo y actividad comercial en todo el país.

El documento no solo confirma que China concentra el grueso del ingreso de prendas al mercado argentino, sino que detalla que la falta de controles y la flexibilización del régimen courier generaron un terreno propicio para que la ropa de origen asiático llegue sin certificaciones, sin valores de referencia y, en muchos casos, sin cumplir con los requisitos que se exigen a lo fabricantes locales. Según destacó el informe, “la avalancha de prendas chinas ingresa sin certificaciones de calidad, sin valores de referencia, sin etiquetas y sin pagar impuestos, generando ventajas imposibles de igualar para cualquier fabricante argentino”.

Un punto crítico del informe es la magnitud de la participación china en el mercado importado: siete de cada diez prendas que ingresan hoy a la Argentina provienen del gigante asiático, una concentración inédita que se profundizó con la flexibilización aduanera y el descontrol del régimen courier. Ese volumen, advierte ProTejer, explica buena parte del desplazamiento de la producción local y el deterioro del empleo en la cadena textil.

Un mercado sin reglas ni equilibrio

ProTejer remarca que detrás de este fenómeno se encuentra el desmantelamiento progresivo de normas que regulaban el comercio leal y que contaban con el aval de la Organización Mundial del Comercio. Se suprimieron herramientas como la declaración jurada de composición, los valores de criterio de importación y los controles sobre etiquetado y talles, lo que dejó al sector argentino expuesto frente a competidores que operan con costos y reglas completamente distintas.

El informe también describe la expansión acelerada del courier y el rol de plataformas como Shein, AliExpress y Temu, que hoy envían productos directamente al consumidor argentino sin pagar aranceles y sin atravesar procedimientos de control. Se trata de un sistema creado para envíos personales y de bajo valor que, reconvertido en canal comercial masivo, alteró el mercado local y profundizó la brecha con la industria formal.

Esta dinámica motivó incluso iniciativas legislativas. El diputado Miguel Ángel Pichetto presentó un proyecto que busca aplicar aranceles específicos, exigir registración obligatoria y equiparar condiciones impositivas entre las plataformas extranjeras y los comercios del país, en un intento por frenar la competencia desigual que denuncian fabricantes y comerciantes.

La advertencia final de ProTejer sintetiza la dimensión del problema: “Lo que está en juego no es solo el precio de una prenda, sino el futuro productivo de la Argentina y la capacidad de compra de un asalariado actual sin trabajo mañana”. Para la entidad, la combinación de desregulación, flexibilización aduanera y un flujo creciente de productos sin control configura un escenario que compromete la supervivencia de miles de empresas y una cadena de valor que da sustento a más de medio millón de trabajadores.

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