“Para mí fue una experiencia espectacular, más allá de que yo no venía militando en política. Fue una gran experiencia, de mucho aprendizaje. Uno constantemente se tiene que formar y leer de todo”, expresó Maceiro, licenciada en Ciencias de la Educación. Durante su paso por el Concejo, aseguró haber participado en todas las comisiones y debatido diversos temas, realizando aportes “a partir del estudio y del conocer, más allá del ámbito en que me desenvuelvo”.
La edil destacó que trabajar adentro del cuerpo deliberativo es muy distinto a verlo desde afuera. “Uno piensa que puede hacer un montón de cosas, es la idea del vecino común, pero hasta que se interioriza cómo funciona el Concejo Deliberante y cuáles son nuestras limitaciones como cuerpo legislativo, donde la tarea es muy diferente a la del Ejecutivo”, sostuvo.
En ese sentido, remarcó el rol de control sobre la administración municipal: “En nuestra función controlamos qué se hace con los recursos del vecino, las ordenanzas, proyectos de resolución y pedidos de explicaciones mediante minutas, pero tenemos ciertas limitaciones porque la última palabra y el que decide es el Ejecutivo”.
También subrayó que uno de los desafíos más frecuentes está relacionado con la escasez de recursos: “El vecino muchas veces piensa que se pueden hacer un montón de cuestiones, pero no sabe resolver con qué recursos, y eso también es una gran dificultad que atravesamos, más en esta época en la que no hay recursos y hay que hacer maravillas con lo que se tiene”.
El Casino y el debate sobre los costos
Entre los temas que ocuparon parte de su gestión, Maceiro mencionó el impacto económico que genera el mantenimiento del histórico Casino. “Fui a buscar los números del gasto del personal, me dieron el listado: son 8 personas para tremenda estructura de tres hectáreas, con el peligro que eso conlleva”, precisó.
La concejal detalló que, entre enero y octubre, la Municipalidad “gasta más de 100 millones de pesos solamente en personal para realizar recorridas durante todo el día”, a lo que se suma “un proyectado de 150 millones al año en luz”. Según explicó, el gasto anual del edificio asciende a alrededor de 263 millones de pesos entre personal y energía, dinero que —consideró— “se podría invertir tranquilamente en otras cosas de la ciudad”.
Vale recordar que Maceiro ingresó al Concejo Deliberante como electa por la Agrupación Comunal Transformadora, y luego decidió conformar un bloque unipersonal. Con el cierre de su ciclo legislativo, expuso su satisfacción por el aprendizaje adquirido y su compromiso con el control y el debate en el ámbito institucional local.