sábado 15 de noviembre de 2025 - Edición Nº488

NECOCHEA | 15 nov 2025

“En este punto no hay grieta, nadie discute lo que pasó”

07:54 |Dijo el destacado jurista Ricardo Gil Lavedra, que este viernes ofreció una charla sobre los 40 años del Juicio a las Juntas Militares


Por: Ecos Diarios

“Fue la primera vez en la historia que un tribunal civil enjuició los crímenes de una dictadura saliente”, dijo el destacado jurista Ricardo Gil Lavedra, quien este viernes estuvo en Necochea para ofrecer una charla en conmemoración de los 40 años del Juicio a las Juntas Militares.

Invitado por el Concejo Deliberante de Necochea, en el marco del programa “Concejo Cerca”, Gil Lavedra ofreció una charla titulada “Reflexiones y memorias”.

Antes estuvo en Ecos Diarios, donde recibió como obsequio un ejemplar del libro “35.000 Mañanas” y dialogó sobre la experiencia personal de participar del juzgamiento de los nueve de los diez integrantes de las tres primeras Juntas Militares de la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983).

Gil Lavedra era el más joven de los integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, que también formaban los jueces Jorge TorlascoLeón Carlos ArslaniánJorge Valerga AraozGuillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio.

“Estas cosas uno no las busca, se las encuentra. Sí era muy joven de los jueces y no cabe duda que ha sido lo más importante que he hecho y haré en mi vida”, afirmó el abogado que luego fue ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación durante el gobierno de De la Rúa y presidente del bloque de Diputados de la Unión Cívica Radical.

“El año de la audiencia tenía 36. Aunque eran otros 36. Me había recibido muy joven, ya me había casado, tenía hijos y ya había trabajado en la justicia de la Provincia”, señaló. “Fui secretario de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires. Después había estado un par de años como secretario en la Procuración General”.

“Había que hacer el juicio”

En 1983 el presidente Raúl Alfonsín ordenó someter a juicio a los integrantes de las juntas, algo inédito a nivel mundial. El juicio finalmente comenzó en abril de 1985 y concluyó el 9 de diciembre del mismo año.

“Todos los integrantes del tribunal teníamos la convicción de que había que hacer el juicio. Era muy importante. Hubiera sido muy frustrante para esa democracia naciente que el juicio no se hiciera”, dijo Gil Lavedra.

Ninguna democracia había juzgado a los miembros de una dictadura que lo precedió. “En ese sentido es absolutamente inédito. Fue la primera vez en la historia que un tribunal civil enjuició los crímenes de una dictadura saliente”, afirmó.

En cuanto a la tensión que el juicio generó, Gil Lavedra afirmó que “era otro contexto histórico. Por supuesto que todavía era una sociedad que tenía los coletazos de mucha violencia”.

“A Alfonsín le pusieron, no sé si eran 10 o 20 kilos de trotyl abajo de la pista en Córdoba”, dijo el jurista respecto a un incidente ocurrido al año siguiente del juicio. 

“Eran momentos de muchas amenazas, de secuestros cometidos por mano de obra desocupada. Y desde ya que, obviamente, los militares no querían juicio alguno. Querían premios por haber derrotado al terrorismo, no ser enjuiciados”, afirmó.

Respecto a como se ve el juicio desde el punto de vista político en la actualidad, Gil Lavedra afirmó que “en este punto yo no creo que haya grieta. Porque una de las circunstancias afortunadas que tuvo ese episodio es que permitió que se dijera la verdad”. 

Señaló que hoy “nadie discute lo que pasó, es decir, los hechos ocurridos, el siniestro plan criminal que pretendía imponer la dictadura. Eso no es objeto de discusión, nadie lo discute”. 

“Lo sí hay ahora es algunos nostálgicos que dicen: ‘Bueno, ¿y por qué no se utiliza la misma vara para los hechos cometidos por las organizaciones guerrilleras?’", dijo el ex juez.

“Creo que es uno de los pocos consensos que hay en la sociedad argentina, en el repudio a la violencia como forma de hacer política y a las dictaduras”, comentó Gil Lavedra.

“Cuando uno rememora un acontecimiento histórico, no tiene que hacerlo únicamente desde la nostalgia”, indicó. “Es tratar de recordar un hecho del pasado, pero para ver cómo ese episodio se puede proyectar para el presente y el futuro, qué enseñanzas podemos sacar de ese acontecimiento tan importante en la transición democrática para nuestra vida actual y para el futuro”.

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