Lamberti aseguró que el peronismo atraviesa “una etapa de autocrítica y reorganización”, aunque descartó que esté acabado: “El peronismo no se terminó; si no estuviera en ebullición, no sería el gran movimiento que nos enseñó Perón”.
El dirigente remarcó que el espacio debe recuperar sus bases de debate y participación interna. “Hace años que no se realizan elecciones internas. El peronismo no está acostumbrado a perder, pero viene acumulando derrotas y eso obliga a revisar el rumbo”, sostuvo.
En su análisis sobre el panorama nacional, Lamberti señaló que el voto hacia Javier Milei refleja un deseo de estabilidad y renovación: “La gente votó previsibilidad, tanto en lo económico como en el tiempo. Se terminó una etapa y comenzó otra, pero tenemos que dejar de votar nombres y empezar a discutir ideas y proyectos concretos”.
Consultado por el futuro del movimiento, opinó que el justicialismo “viene pagando por dirigentes que no hicieron buena letra” y que es tiempo de dar paso a nuevas generaciones. “Cristina debería correrse de la escena, mirar para adelante y acompañar desde otro lugar”, expresó.
Por último, Lamberti subrayó que el peronismo debe volver a poner el trabajo como eje central: “La Asignación Universal por Hijo no es peronismo. Perón decía que solo hay una clase de hombres: los que trabajan. Gobernar es generar empleo, no repartir dádivas”, concluyó.