

El último estudio de Federico González y Asociados confirma la consolidación de Jorge Taiana al frente de las preferencias bonaerenses de cara a las legislativas del 26 de octubre. Según la encuesta, Fuerza Patria lidera con un 41,5% de intención de voto frente al 27,4% de José Luis Espert, candidato de La Libertad Avanza.
Muy por detrás aparecen Florencio Randazzo (Provincias Unidas) con 4,7%, María Eugenia Talerico (Potencia) con 3,4%, Santiago Cúneo (Nuevo Buenos Aires) con 2,7%, Fernando Burlando (Propuesta Federal) con 2,5% y Nicolás del Caño (FIT-U) con 2%.
El relevamiento, realizado entre el 24 y el 28 de septiembre sobre 1.800 casos, también muestra que el 7% de los encuestados aún se mantiene indeciso, mientras que el 5,2% anticipó que votará en blanco. Ninguna de las otras nueve listas logra superar el 1%.
El sondeo también indagó en la percepción social sobre la situación económica. Frente a la frase de Milei en cadena nacional, “lo peor ya pasó”, solo un 16,8% coincidió.
En cambio, el 43,1% cree que lo peor vendrá recién después de las elecciones de octubre, y otro 15,8% opina que ocurrirá antes de los comicios. El 18,8% respondió que lo peor está sucediendo ahora pero pronto mejorará.
La lectura es clara: dos de cada tres bonaerenses desconfían del optimismo del Gobierno y anticipan un empeoramiento económico en las próximas semanas.
Uno de los apartados más sensibles de la encuesta abordó la percepción sobre el respaldo financiero prometido por Donald Trump.
El 21,6% de los consultados lo calificó como “un acto miserable de sumisión y entrega de la soberanía nacional”. Otro 18,6% señaló que solo “estirará la agonía” y sumará más deuda, mientras que el 14% desconfía de los términos: “los yanquis van a pedir más de lo que nos den”.
En contraste, apenas un 7,5% valoró la visita a Trump como una muestra de inteligencia política de Milei. El 6% cree que el apoyo generará confianza en los mercados y un 5,5% calificó la jugada como “genial” para garantizar estabilidad.
El estudio confirma que la mayoría de los bonaerenses perciben la ayuda de Estados Unidos como un arma de doble filo que podría complicar más que beneficiar al oficialismo.