

La iniciativa surgió tras la rotura del antiguo generador, que quedó inutilizado luego de un corte de luz prolongado. “El hospital quedó sin servicio, no sirvió más el grupo electrógeno”, explicó Jorge Salazar, miembro de la Cooperadora.
Ante esta situación crítica, la comunidad de Quequén no dudó en responder. Empresarios y vecinos aportaron recursos y hasta proveyeron un generador provisorio, lo que permitió sostener la atención mientras avanzaba el proyecto.
En paralelo, el intendente Arturo Rojas confirmó el compromiso municipal de adquirir un nuevo grupo electrógeno automático de 80 KVA, con una inversión estimada en 28.000 dólares, mientras que la Cooperadora asumió los costos de la obra civil, actualmente en etapa de techado. Se espera que esté finalizada antes de fin de año.
“Si no tenemos un grupo electrógeno, en un corte de energía no hay operaciones ni servicio. La confianza de la gente en la Cooperadora ha sido fundamental para llegar hasta acá”, remarcó Salazar.
Además de esta obra estratégica, el hospital incorporó un área de informática con 32 puestos, lo que permite optimizar la gestión de las historias clínicas y mejorar la calidad de la atención.
El avance del proyecto refleja el trabajo conjunto de la comunidad, el municipio y la Cooperadora, que buscan garantizar un hospital moderno y preparado para las necesidades de los vecinos de Quequén.