

Por un lado, Gustavo no soslayó “el nuevo gran fracaso de todas las encuestadoras. Antes de las elecciones se leía que iba a ser muy parejo, con un empate técnico y otras que incluso indicaban un cómodo triunfo del “mileísmo” en la provincia de Buenos Aires”.
Agregó seguidamente que “el otro tema es que al desdoblarse la elección, es la primera vez que una elección de la provincia cobra dimensión nacional, y en ese aspecto las lecturas son varias”.
En primer lugar, De Francisco indicó al respecto que “se termina esta idea de lo económico como fortaleza del gobierno de Milei: había toda una narrativa que sostenía el “mileísmo” a partir de determinados éxitos macroeconómicos como por ejemplo el control de la inflación, pero lo que primó no fue eso sino la desocupación, el cierre de empresas y el bolsillo ajustado”.
Asimismo, “Milei vetó la emergencia en el Garrahan y el financiamiento educativo, y esa acumulación de enemigos vulnerables por todos lados en cierto modo hizo que el voto se nacionalice en la provincia de Buenos Aires y que el voto del bonaerense termine siendo de defensa propia”, observó.
Además, De Francisco advirtió que “también llegó a un punto esta idea que tiene el gobierno de comunicación tan agresiva, buscando enemigos por todos lados, que tiene como núcleo lo digital. Creo que la sociedad quedó saturada de ese esquema tan descalificador y además el armado político del “mileísmo” en la provincia fue un fracaso, así que la derrota tiene una pata económica, una para comunicacional y una pata política”.
“La sumatoria de errores forzados y no forzados resultó en una paliza electoral para el gobierno de Milei en la provincia de Buenos Aires”, concluyó el profesor.