

La salida se confirmó en la medianoche del miércoles a través de un frío comunicado en redes oficiales. Allí, el Ejecutivo informó que Spagnuolo ya no forma parte del gabinete y que la ANDIS será intervenida por el ministro de Salud, Mario Lugones, con el objetivo —según se justificó— de “normalizar el funcionamiento del organismo”.
Este jueves, el Decreto 599/25 oficializó la medida y también destituyó a Daniel Garbellini, director nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la ANDIS. En el texto, el Gobierno fundamenta los despidos en “razones de público conocimiento y a fin de que el Poder Judicial de la Nación efectúe las investigaciones correspondientes”.
El material difundido por el programa Data Clave de Mauro Federico revela que desde la ANDIS se pedían pagos irregulares a prestadores y laboratorios para garantizar contratos con el Estado.
“Van a pedirle guita a los prestadores”, admite Spagnuolo en uno de los fragmentos, donde deja claro que las coimas eran condición para acceder a servicios básicos de salud y discapacidad.
En el centro de la operatoria aparece la Droguería Suizo Argentina, una firma con vínculos históricos con Martín Menem. Según los audios, la empresa actuaba como intermediaria en la recaudación ilegal:
“La gente de la Suizo llama a los proveedores y les dice: ‘no llamés más el 5, vas a tener que poner el 8; lo traés a la Suizo y nosotros lo subimos a Presidencia’”, se escucha en la voz del ex funcionario.
El esquema no se limitaba a medicamentos: también alcanzaba internaciones y traslados. Spagnuolo calculó que la maniobra generaba entre 20 y 30 mil dólares por mes.
Lo más explosivo del caso es que el propio Spagnuolo asegura haberle planteado la situación directamente al presidente:
“Yo fui y le dije: ‘Javier, yo estoy denunciando todo el choreo y abajo tengo gente que va a pedir guita. ¿Qué hago?’”.
Pese a esa advertencia, el mecanismo habría continuado funcionando “a mis espaldas”, según declaró en las grabaciones.
La rapidez con la que el Gobierno apartó a Spagnuolo contrasta con la gravedad de las acusaciones. En lugar de proteger al denunciante, el Ejecutivo decidió desplazarlo, lo que abre un interrogante inquietante: ¿busca Milei investigar la corrupción o silenciar a quien la expone?
La intervención de la ANDIS parece más un intento de contención política que una acción de transparencia. El escándalo recién comienza y ya salpica al círculo más cercano del Presidente y a la familia Menem.