Durante la sesión en la Cámara de Diputados para tratar el decreto que avala el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el recinto se convirtió en escenario de fuertes cruces y acusaciones entre diputados de la oposición y el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem.

Los incidentes comenzaron cuando legisladores de Unión por la Patria cuestionaron el DNU, lo que generó un clima de tensión que fue escalando rápidamente. El líder del bloque, Germán Martínez, criticó los disturbios ocurridos en la sesión anterior y cuestionó a Menem por quitarle tiempo a su bloque para exponer. La respuesta de Martínez fue contundente: "¿Qué tiempo le estoy quitando a mi bloque? Quedate a laburar, ¿quién te crees que sos?".

A las críticas se sumó el diputado del Frente de Izquierda Nicolás del Caño, quien advirtió que el acuerdo con el FMI "va a volver a endeudar al país, hipoteca el futuro de los jubilados". Del Caño también criticó la sesión anterior, calificándola de "escandalosa", y denunció la presencia de dos mil efectivos federales rodeando el Congreso, calificándola de "autoritarismo del Gobierno".

Su compañera de bloque, Vanina Biasi, también se sumó a las críticas, denunciando que el Congreso estaba "rodeado" por fuerzas policiales y de Gendarmería, y exigió la suspensión de la sesión. Biasi solicitó un cuarto intermedio, pero la situación se tensó aún más cuando le respondió a Menem: "No se haga el gil, presidente, entre nosotros no nos hagamos los giles".

La votación del cuarto intermedio solicitado por la Izquierda fue rechazada, lo que generó nuevas críticas por parte de la oposición. Cecilia Moreau, diputada de Unión por la Patria, cuestionó a Menem por dar por negativa la votación sin realizar la votación electrónica.

A pesar de los intentos de Menem por calmar los ánimos, los cruces continuaron. Germán Martínez le respondió a Menem: "Feliz de hacer un papelón la semana pasada. No me des indicaciones de qué hacer con mi bloque, yo no te doy indicaciones de lo que tener que hacer con el tuyo".

Finalmente, el diputado de La Libertad Avanza Lisandro Almirón logró tomar la palabra, pero sus declaraciones no hicieron más que avivar la polémica. Almirón habló de una Argentina dividida en "dos países" y criticó duramente a la oposición, exigiendo que "Cristina Kirchner pida perdón por lo que hizo".