

El encuentro fue difundido por Kicillof a través de sus redes sociales, donde se lo vio rodeado por más de 20 funcionarios, entre ellos todos sus ministros, el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard, y la secretaria general, Agustina Vila. La reunión tuvo como eje principal el repaso del plan de acción para el año y la coordinación de políticas públicas para enfrentar el complejo panorama económico.
Un año de desafíos para la provincia
El 2025 se presenta como un año difícil para el gobierno bonaerense. A la falta de transferencias de fondos desde Nación, se suma la negativa de la Legislatura Bonaerense a aprobar el presupuesto, la ley impositiva y el pedido de endeudamiento. Ante este escenario, Kicillof sostuvo que su administración debe fortalecer las herramientas para asistir a la población y garantizar la continuidad de las políticas provinciales.
"Frente a la ilegal sustracción de recursos a la que somete el Gobierno Nacional a la provincia de Buenos Aires, la deserción de Milei en todas las áreas y los efectos de la crisis que generó su política económica, vamos a redoblar los esfuerzos para seguir siendo un escudo y una red para las y los bonaerenses", afirmó el gobernador al cierre del encuentro.
El gobierno bonaerense deberá afrontar los próximos meses con un esquema financiero limitado, buscando alternativas para sostener el funcionamiento del Estado y la ejecución de obras y programas clave en salud, educación y asistencia social. Mientras tanto, la relación entre Kicillof y la Casa Rosada sigue marcada por las tensiones y la falta de diálogo sobre el reparto de fondos federales.