

Entre los legisladores que conformarán el nuevo bloque se encuentran figuras como Facundo Manes (Buenos Aires), Carla Carrizo (CABA), Pablo Juliano (Buenos Aires) y Marcela Antola (Entre Ríos). Estos 12 diputados, alineados con Martín Lousteau y Manes, marcan un quiebre en la UCR, que ahora quedará dividida en dos sectores: uno bajo el liderazgo de Rodrigo de Loredo con 21 miembros, y este nuevo espacio.
La imagen de Rodrigo de Loredo, presidente del bloque de Diputados de la UCR, y otros legisladores radicales en la Casa Rosada fue clave para consumar la división. Según fuentes cercanas, la reunión fue convocada para discutir el Presupuesto Nacional y otros temas de interés, lo que generó malestar en el sector liderado por Lousteau. Desde este grupo, se criticó la cercanía de algunos miembros con las políticas del Gobierno, lo que habría acelerado la fractura.
Fernando Carbajal, uno de los principales impulsores de la ruptura, publicó en redes sociales: "La oposición responsable daremos el debate del Presupuesto Nacional en la Cámara para defender la Universidad, las Provincias y municipios y a los jubilados". Su declaración subraya las diferencias internas dentro del partido y el enfoque que tomarán en adelante.
Rodrigo de Loredo, tras la reunión, reconoció que el bloque de la UCR atraviesa un momento complicado, pero señaló que los radicales se marcharon satisfechos tras evitar que el Presupuesto incluyera la suspensión de una inversión en educación, ciencia y tecnología. Mientras tanto, desde el sector alineado con Lousteau, calificaron el encuentro como "una provocación innecesaria", subrayando la creciente tensión dentro del partido.
La ruptura de la UCR plantea interrogantes sobre la futura relación de estos grupos con el Gobierno y sobre cuál será reconocido como oficial dentro de la Cámara de Diputados. Con esta división, el partido radical enfrenta uno de sus mayores desafíos en los últimos años, que podría tener repercusiones en las próximas decisiones parlamentarias y electorales.