Según Furno, la UPC, en medio de las negociaciones por la renovación del contrato de concesión, está intentando cobrar deudas que datan de más de 40 años, algunas de ellas incluso desde la década de 1950. "Ellos recurren a la OCEBA (Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires) para que medie entre el municipio, como usuario, y la Usina como proveedor de energía", explicó.

El funcionario detalló que el municipio gestiona 503 suministros eléctricos, que abarcan desde el alumbrado público en Necochea y Quequén hasta cámaras de vigilancia y otras dependencias. En este contexto, la Usina presentó 16 mil facturas relacionadas con estos servicios, las cuales están siendo minuciosamente revisadas por el municipio. "Estamos analizando factura por factura para asegurarnos de que nos cobren lo correcto, porque ya encontramos cargos que no deberían estar", comentó.

Furno subrayó la importancia de ser responsables frente a los contribuyentes: "No podemos pagar cualquier cosa porque eso perjudicaría a los vecinos. Debemos asegurarnos de que todo lo que se pague sea justo y coherente".

El funcionario no descartó la posibilidad de que el municipio eleve un reclamo formal si considera que la UPC está exigiendo pagos indebidos. "Si la Usina reclama lo que no corresponde, también nosotros podemos hacer lo mismo, ya que también sufrimos un perjuicio", advirtió.

Además, criticó duramente el corte de suministro eléctrico en el Casino, calificando la medida como "un error" por parte de la Usina. A su criterio, la UPC no debería haber interrumpido el servicio mientras el organismo de control OCEBA aún evaluaba la situación. "Cuando acudís a un organismo como la OCEBA, tenés que esperar que se expidan antes de tomar una medida tan drástica como cortar la luz", concluyó.

El conflicto entre la Municipalidad de Necochea y la Usina Popular Cooperativa sigue en curso, con OCEBA interviniendo como mediador para alcanzar un acuerdo sobre las facturas reclamadas.