Gracias a los grandes avances en las ciencias y la medicina, parecería una obviedad que todo aquel que sufre una afección relacionada a una patología cerebral, como el Traumatismo Encéfalo
Craneano (TEC), el Accidente Cerebro Vascular (ACV) o la Enfermedad de
Parkinson, puede recibir un tratamiento adecuado para continuar con su vida.
Hoy, la realidad nos enseña que comenzar un nuevo proyecto de vida más
allá de las secuelas neurológicas es posible gracias a un tratamiento integral e interdisciplinario.
Cuando se trata de lesiones cerebrales, es frecuente pensar tanto en la
prevención o control de los factores de riesgos evitables como en la necesidad de un diagnóstico y tratamiento inmediato. Sin embargo, en mucho menor medida se tiene en cuenta que se requerirá de una etapa de Neurorrehabilitación especializada que tienda a la reinserción del paciente desde el punto de vista familiar, social y laboral.
En la actualidad, se produce un ACV cada nueve minutos, más de 90 mil
personas padecen de enfermedad de Parkinson y la Organización Mundial de la Salud advierte que el traumatismo de cráneo es la primera causa de
discapacidad en personas menores de 40 años. De este modo, son muchos los pacientes que luego de una afección cerebral, necesitan de un programa de recuperación confeccionado a medida y altamente especializado. Se trata de una “política en moderna salud” promoviendo la recuperación de la calidad de vida.
“La primera causa de discapacidad en el mundo son las enfermedades
neurológicas. El tratamiento en rehabilitación neurológica debe estar
encaminado a la re-adquisición de las destrezas perdidas. La ciencia detrás de la Neurorehabilitación es la Neuroplasticidad, y describe la facultad del sistema nervioso de cambiar su estructura y funcionamiento como reacción a la diversas situaciones y entrenamiento. Este potencial adaptativo permite mejorar las funciones comprometidas fortaleciendo la recuperación. Es para ello crucial un abordaje coordinado, estructurado e interdisciplinario basado en paradigmas modernos”. Sostiene el Dr. Máximo Zimerman doctorado en Neurociencias y Neurorrehabilitación en el Hospital Universitario de Hamburgo, Alemania y director médico del centro CITES INECO.
Asimismo, quienes trabajan en rehabilitación sostienen que el proceso debe basarse en aspectos desafiantes en el que el paciente tenga un espacio para realizar una actividad lúdica que demande un propósito funcional. Este tipo de acciones les permite a los pacientes retomar y mejorar sus actividades de la vida diaria.
Al respecto, la Lic. Adriana Fiorino directora del área de Terapia
Ocupacional de INECO concluye que “es clave contar con el acompañamiento de un profesional para conocer los recursos existentes y sobre todo, no darse por vencido, porque hay muchas posibilidades de poder continuar con la vida que el paciente tenía antes de accidente”.
Contar con un tratamiento interdisciplinario confeccionado en base a las
necesidades del paciente (traje a medida para cada caso) y centrado en
objetivos a corto, mediano y largo plazo, posibilita la recuperación y
encontrarse nuevamente inmerso en una nueva realidad con un nuevo
proyecto de vida.

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