Buscan dotar de un instrumento al intendente Rojas, nutrido con el apoyo de todo el arco político local, para que la solicitud pueda ser elevada a las autoridades provinciales y nacionales. “El principal interés de la Zona Franca es el hecho de generar mano de obra e inversiones”, aseguró el concejal Alejandro Issin.
La posibilidad de que todo el arco político local apoye una presentación ante autoridades nacionales y provinciales para que Puerto Quequén pueda tener su Zona Franca, aunque tiene antecedentes, es una idea que surgió del bloque Necochea Federal y que ya fue presentada ante el Honorable Concejo Deliberante para su tratamiento.
“En casi todos los países del mundo hay una”, explicó en Voces de la Ciudad el concejal Alejandro Issin, propulsor del proyecto, agregando que, incluso “en la Provincia de Buenos Aires los dos puertos restantes, Bahía Banca y La Plata, tienen Zona Franca. Nosotros somos el único con salida al mar, en forma casi directa, que carecemos de esta herramienta de desarrollo zonal”.
Sobre el proyecto de resolución, que pasó a comisión, el edil afirmó en el aire de la FM Vinilo 103.5 MHz que “consiste en entregarle al Departamento Ejecutivo, al intendente Arturo Rojas, un instrumento nutrido del apoyo del todo el arco político de Necochea y de todos los distritos del hinterland, si fuera posible, con el cual acudir a las autoridades provinciales y nacionales”.
La existencia de un territorio de estas características en nuestro distrito implicaría que “se excluya del territorio nacional la competencia de la aduana, entonces no se pagan derechos a la importación ni a la exportación. Es un ámbito donde, a través de la industria, uno transforma la materia prima en un producto industrializado y, cuando exporta, deja en el interior del país el salario del personal calificado”, detalló Issin.
Afirmando que “el principal interés y característica de la Zona Franca es el hecho de generar mano de obra e inversiones”, el legislador que acompaña a Maximiliano Delfino en la bancada de Necochea Federal reveló sobre su futuro político -deja la concejalía en diciembre próximo- que aún “no hemos hablado con Martín Domínguez Yelpo (conductor del espacio) sobre el tema, pero, de cualquier manera, voy a seguir participando en el espacio político, dando una mano en lo que se pueda”.
QUE ES UNA ZONA FRANCA
• Son “espacios en los cuales la mercadería no es sometida al control habitual del servicio aduanero”, según indica la AFIP. Allí la importación y la exportación no están gravadas ni alcanzadas por prohibiciones: lo que se busca es fomentar el comercio y la industria exportadora, mediante la simplificación de procesos y el otorgamiento de incentivos fiscales.
• Están ubicadas en áreas puntuales que lo requieran por ser fronterizas o por su situación económica. Su establecimiento se conviene entre el Ejecutivo nacional y los gobiernos provinciales.
• La ley que regula estas zonas es la 24.331. La norma se aprobó en 1994 y desde entonces fue modificada en cuatro ocasiones, pero sólo en uno de sus artículos: el 44°, que estipula el plazo de caducidad del derecho al establecimiento de zonas francas en cada provincia. Además, hay una Resolución General que estipula su funcionamiento, la 270/98; y el instrumento se encuentra definido en el Código Aduanero, a partir del artículo 590.
• Se pueden desarrollar allí actividades de almacenamiento, comercialización e industrialización de la mercadería. Para fomentar este último aspecto, darle valor agregado a las mercaderías, las industrias radicadas en estas áreas estarán exentas de impuestos nacionales que gravan los servicios básicos.
• En las zonas francas se podrá trabajar con toda clase de mercadería: sólo quedan exceptuadas de los permisos las “armas, municiones y otras especies que atenten contra la moral, la salud, la sanidad vegetal y animal, la seguridad y la preservación del medio ambiente”.
• La explotación puede ser de carácter privado o mixto y debe ser ofrecida por licitación pública, nacional o internacional. Todas las obras serán realizadas por el concesionario.

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