El hecho ocurrió en la Secundaria N° 7 el pasado miércoles. «No rompás los huevos, ni levantés puterío, porque esto se va a ir peor», amenaza la protagonista del repudiable incidente a otro alumno de la escuela en un mensaje de WhatsApp.

Desde la mañana de este viernes y hasta pasado el mediodía, los docentes y padres de alumnos de distintas instituciones educativas locales, tanto de gestión pública como privada, realizaron un paro y movilización bajo la consigna «Ya Basta», en repudio a las agresiones físicas y verbales que sufrió la profesora Morotí Arocena, luego de desaprobar a una joven en una materia previa que derivó en la repetición de año.

Desde las agrupaciones participantes señalaron que la convocatoria tuvo como objetivo expresar el descontento con la violencia que sufre el personal docente que trabaja en las escuelas y exigir medidas concretas para prevenir situaciones como la sufrida por la docente de la Secundaria N° 7, ex Comercial.

En un comunicado, el colectivo afirmó: "No podemos seguir siendo víctimas de la violencia en las escuelas. Es necesario que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad y el respeto en el ámbito escolar".

Tras el escándalo que sacudió a toda la comunidad educativa, esta tarde se filtró un audio de WhatsApp con amenazas que serían de la mujer que agredió a la docente por desaprobar a su hija. El mensaje de 40 segundos estaría dirigido a un alumno de la misma institución, recordando que fue un grupo de adolescentes los que intervinieron para que la madre violenta y su hijo dejaran de golpear a la profesora.

En la presunta grabación de la atacante se escucha: «Che, escúchame flaquito: soy la mamá de Agostina. Escúchame, mi hijo, primero y principal, no le pegó a nadie, porque vos estabas ahí a los gritos bardeando que le había pegado, no le pegó a nadie. La que hizo quilombo fui yo», asegura la voz femenina.

Y luego continua con las amenazas: «Segundo, no te metas con mi hijo, porque él no se metió en ninguna cuenta, no hizo quilombo, no hizo bardo ni nada. No rompan más las pelotas, más de lo que se armó el quilombo adentro del colegio. Es lo único que te pido. No jodas, si no querés salir jodido. Nada más. No rompás los huevos ni levantés puterío, porque esto se va a ir peor, me escuchaste. Gracias, te agradezco de corazón. Un besito en la cola”, concluye el mensaje.

En cuanto al hecho, los testigos cuentan que Arocena se encontraba en la escuela, fuera de hora, para tomarle el examen de la materia «Política» a la alumna, que debía rendirla por tercera vez y era la última instancia que tenía para no repetir, cuando fue abordada por los familiares de la joven, al enterarse que había sido desaprobada. La mujer y su hijo ingresaron a la escuela y le arrojaron una botella en la cabeza. Luego, la empujaron al piso y comenzaron a patearla.

El testimonio de la docente

«Estoy conmovida y procesando todo lo que pasó. Basta de violencia en las escuelas. A partir de lo que me pasó a mí, aparecieron muchos relatos de docentes que les pasó lo mismo. Es mi responsabilidad que un chico aprenda, no que apruebe», declaró Morotí Arocena, en medio de la movilización, al medio nacional TN.

Relatando cómo fue la secuencia y la insólita excusa que esgrimió la familia para que aprobara a la menor, la profesora contó que los familiares dijeron que como ya tenían la campera comprada para el nuevo año, el último de la secundaria, debía dejar que pasara.

«Cómo no iba a sexto grado, si tenía la campera comprada», le dijeron los familiares, según sostuvo la víctima. En ese sentido, la profesora contó que era la tercera instancia en que la estudiante tenía la chance de aprobar la materia. «No se había presentado en otras oportunidades. (…) En el escrito le va mal. Todo el tiempo la familia estuvo presente durante el examen. Me miraban mientras daba clases. Cuando llegué a la escuela veo a la familia. Le digo a la preceptora que pusiéramos guardia. Cuando la chica no avanzaba en la prueba, pasamos a una mesa de examen oral, pero no respondía».

La docente aseguró que el mismo director dio fe de que se le dieron las oportunidades. Después vino la violencia. «Cuando se notifica la alumna, empieza a decirme que no le haga eso. Cuando salgo a buscar mis cosas, un menor me pregunta si su hermana accedió a sexto año y cuando me quiero retirar, se pone frente a mí y me arroja una botella llena de agua en la frente», relató.

En ese momento la madre subió las escaleras y la víctima empezó a gritar, forcejearon la puerta y entraron. «Me tiran al piso porque me empujaron. Me puse el brazo en la cara. Me pegan patadas», señaló la profesora, quien deslizó había una tercera persona entre los agresores. «Llegaron mis ex alumnos a asistirme. Me rasguñaron toda la cabeza. Estaba tirada en el suelo. Fue una situación totalmente indignante. Ahí buscan a las autoridades. La dirección estaba en el mismo piso», dijo.

Arocena denunció además que una autoridad la responsabilizó por el ataque. «Me dijo: ‘¿por qué no te fuiste?'». En ese momento, la escuela puso en práctica el protocolo. Llamaron al 911, a la ambulancia y ella misma avisó al sindicato en el cual milita: SUTEBA. «Les avisé y vinieron a ayudarme mis compañeros, que me acompañaron a hacer la denuncia. Por ahora hay una orden de restricción, pero no están demorados», explicó.

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