Con 20 años a cielo abierto, sin ningún tipo de resguardo ambiental, ni tratamiento en la disposición de residuos, el propietario del predio reclama la restitución del mismo luego de comprobar la existencia de sustancias tóxicas e infecciosas en las napas.
La UFI número 3 de Necochea resolvió recientemente dar intervención a la Justicia Federal en la causa que trata la contaminación ambiental existente en el basural a cielo abierto ubicado a cinco kilómetros del centro necochense, donde desde hace 20 años se acumula basura de todo tipo y se generan además quemas indiscriminadas de residuos.
La demanda contra las autoridades gubernamentales fue presentada por el dueño del predio, Carlos Esbensen, que dos décadas atrás cedió el espacio con la intención de que se traten los residuos generados en el distrito y que con el correr de los años, tras el enorme daño ambiental que se generó en el lugar, debió irse del campo lindero en el que residía para cuidar su salud.
El abogado marplatense Julio Razona patrocina a Esbensen en la demanda de restitución del predio. El letrado reafirmó que desde hace 20 años “no hay ningún tipo de resguardo ambiental” en el espacio en cuestión.
“Intervendrá la Justicia Federal en la causa penal luego de que hayamos ampliado la denuncia de contaminación ambiental por violación a la Ley de Residuos Peligrosos, tras haber certificado mediante estudios científicos la existencia de sustancias tóxicas, ecotoxicas e infecciosas”, describió Razona al respecto de los trámites judiciales.
El predio no cuenta con tratamiento para la fuga de lixiviados y los estudios encargados por el demandante constataron que los mismos se han dirigido hacia canales, suelos y napas. “Sabemos que llegaron al Río Quequén y luego al mar, además de corroborar las sucesivas emanaciones tóxicas hacia la atmósfera producidas por las continuas quemas que allí se producen”, especificó el abogado marplatense.
Razona recordó que los pliegos de concesión del predio incluyeron siempre la creación de una planta para el tratamiento de los residuos que nunca terminó de construirse en ninguna de las administraciones municipales necochenses desde iniciado el nuevo siglo.
“Hemos acompañado pruebas fílmicas, fotografías, pericias y estudios de laboratorio que indican que la contaminación es de tal magnitud que se hallaron bacterias y micro organismos 3,5 superior al valor limite con contaminación fecal 91 por sobre lo tolerado, entre otros valores que ponen en grave riesgo la salud de la población”, pormenorizó Razona sobre la caótica situación.
El año pasado el intendente de Necochea Arturo Rojas visitó el predio situado a la vera de un camino viejo que se dirige hacia la localidad de La Dulce y reconoció el deplorable estado de la zona.
“Los niveles de toxicidad de las napas son terribles”, sentenció Razona.
El abogado precisó que por el momento no hay ningún imputado y admitió que el tema “es algo muy difícil de subsanar”. “Lo intentan achicar prendiéndolo fuego, pero eso produce un daño a la atmósfera impresionante más allá de los choques que genera al reducir la visibilidad en la ruta”, concluyó sobre el tétrico panorama.

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