La provincia de Buenos Aires tiene el padrón más grande. También ciudadanos que participan de las elecciones desde España, Estados Unidos y otros países.

A fines de julio, el gobierno de la provincia de Buenos Aires le puso la firma a un convenio con el Correo Argentino para garantizar los servicios electorales en el extranjero. Todos los bonaerenses con residencia en otros países tendrán la posibilidad de votar en las próximas elecciones primarias (PASO) las categorías provinciales. Radiografía de un padrón desinteresado.

Según datos de 2023, hay 448.896 personas naturales de Argentina viviendo en el exterior en condiciones de emitir su voto. De ese total, cerca de un cuarto (109 mil) tuvieron su último domicilio en la provincia de Buenos Aires (antes de hacérselo en el país al que emigraron) y por eso les corresponde participar en las elecciones bonaerenses. Si bien no es una gran cantidad de electores dentro de un universo de más de 13 millones, en una elección cerrada y que se define por un voto, todo suma.

La gran mayoría reside en tres países: España (30.648), Estados Unidos (26.994) e Italia (6.528). El top 10 lo completan Uruguay (5.142), Paraguay (5.058), Alemania (2.826), México (2.825), Canadá (2.081), Australia (1.665) y el Reino Unido (1.550).

Cantidad de argentinos en condiciones de participar en las elecciones 2023 por país.

Cantidad de argentinos en condiciones de participar en las elecciones 2023 por país.

Ahora, el Correo Argentino será el encargado de distribuir por distritos de todo el mundo en donde hay electores para votar todo lo necesario para los comicios. Luego deberá recoger los resultados de las mesas para el escrutinio provisorio. Teniendo en cuenta las estadísticas oficiales de los últimos años, no debería haber una asistencia masiva a las urnas.

De hecho, la participación del electorado argentino residente en el extranjero suele ser muy minoritario. Desde la crisis del 2001 hasta hoy, las elecciones con más participación de este universo fueron las del 2003 con un 21,92%. En 2017 ese porcentaje alcanzó un piso histórico con una participación del 4% que luego llegó a los dos dígitos en 2019.

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