La directora asociada del Hospital “Taraborelli”, Leticia Bilbao, explicó que en esta época de asilamiento se han profundizado algunas presentaciones clínicas, como los trastornos de ansiedad o el miedo. “Uno tiene que poder hacer algo con esto y, si no, pedir ayuda”, aconsejó.
El aspecto emocional causado por el impacto de la pandemia, es un tema que se viene abordando con mayor frecuencia y precisión en los distintos ámbitos de la salud, en especial desde el campo de la psicología. Al respecto, el conductor del ciclo radial Voces de la Ciudad, Jorge Gómez, entrevistó a la directora asociada del Hospital Neuropsiquiátrico “Dr. Domingo Taraborelli”, Leticia Bilbao, quien dejó algunos consejos a tener en cuenta.
“En general, frente a situaciones de crisis, de catástrofe, cada uno pone a jugar las herramientas con las que cuenta, que son muy particulares”, comenzó señalando la licenciada en psicología en la FM Vinilo 103.5 MHz. “Para alguien puede ser terrible” estar atravesando esta situación, “y para otros no tanto”, aclaró.
En especial, esta situación de distanciamiento “toca un punto muy clave en la constitución subjetiva”, porque la socialización “tiene elementos claves para que esa constitución se vaya formando con éxito”.
En ese marco, desde la atención médica se puede apreciar que “se han profundizado algunas presentaciones clínicas: como los trastornos de ansiedad, el miedo, o las propias de las consecuencias de las pérdidas o de las dificultades para sostener los lazos sociales”, enumeró la profesional.
Sobre las particularidades de esta época totalmente excepcional para la humanidad, Bilbao determinó que “cuando hay un evento de características traumáticas, en general, tiene un principio y un fin”, tal el caso de una pérdida de un ser querido, “pero no queda como un hecho social sostenido en el tiempo. Lo que sucede acá es que uno tiene que convivir con esto”.
“Uno no tiene que pensar en cuándo termina esto para volver a la vida que teníamos antes –sosteniéndolo como un ideal-, no hay que pararse en eso”, porque “somos parte de este proceso, somos protagonistas”, indicó; agregando que un buen mensaje para dar es que este tiempo “no es mejor ni peor, es diferente”.
La psicóloga propuso para abordar esta problemática que “uno tiene que poder hacer algo con esto y, si no, pedir ayuda”, por ejemplo, a la hora de “autoimponerse” restricciones, cuando “por más que algunas cosas se puedan hacer, elijo que no”.
Finalmente, la Directora advirtió que “hay que estar muy atentos a las distintas formas de violencia en lo intrafamiliar y recordar que tenemos espacios donde recurrir frente a esto”, remarcando que las relaciones no se rompen por causa de la pandemia, sino que “pueden profundizar algo que venía endeble o poner más en evidencia lo que no funciona”.

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