Escribe Bartolomé Zubillaga: Me siento en la obligación de dirigirme a los vecinos de Necochea para alertarlos sobre ciertas maniobras que entiendo tienen como fin perpetuar situaciones que nos llevaron a vivir continuas crisis que le hicieron mucho daño a nuestra comunidad.
No voy a referirme a los dichos de una persona que no conozco, o por lo menos no reconozco dentro de los ámbitos en que me he desarrollado toda la vida, donde he tenido la suerte de dar con hombres de trabajo, albañiles, carpinteros, pintores, personas que se dedican a la acción social, al arte, maestros, médicos, abogados, etc.
En ninguno de estos casos he coincidido con quien, no por casualidad, se está dedicando a agraviarme utilizando la peor de las formas: la mentira. Solo deduzco en virtud de sus dichos que no es médico porque no sabe reconocer una enfermedad, y poco sabe de derecho, ya que expone argumentos reñidos con los principios legales más elementales. De sus ofensas y mentiras deberá dar cuenta ante la Justicia.
Por supuesto que podría contestarle también por las redes, o los medios, pero sería darle identidad a alguien que indudablemente lo único que tiene para visibilizarse es el ataque mediático e infundado a una persona reconocida en la comunidad, viejo truco de quien nada valioso en lo personal tiene para mostrar, tan obvio que sólo menosprecia la inteligencia de las personas de bien.
Quiero alertar a los vecinos que el ataque que recibí responde a una estrategia que tiene como objetivo que aquel vecino independiente, que quiera dedicarse a la política, -entendida ésta como estar al servicio de la comunidad-, no lo intente, ya que si lo hace recibirá este tipo de trato: mentiras sobre su integridad y agravios sobre su físico. Este accionar busca que la cofradía de la vieja política necochense no tenga una competencia que nos libre de ellos.
El mensaje es claro, los futuros candidatos deben ser parte de esta “casta” formada por “políticos profesionales”, sin mérito personales, no hay lugar ni para vecinos comprometidos, ni para empresarios, ni para emprendedores, para nadie que quiera colaborar a mejorar la situación de la ciudad, porque si lo hace se expone a ser vilipendiado en las redes sociales, aplicando un método similar al utilizado por los nazis en su momento: mentir, mentir y mentir, que algo quedará
Lo que aquí expongo es lo único que me lleva a pensar en el silencio de la Unión Cívica Radical ante el proceder de alguien que entiendo detenta algún cargo en su comité. No puedo creer que el partido de Yrigoyen, de Balbín, de Alfonsín, un partido que supo defender los derechos civiles, protector de los valores, esté avalando este accionar. Es entre raro y decepcionante.
Como alguna vez mencioné en la sesión del Concejo Deliberante, confío en que la comunidad no caiga en la confusión que propone esta persona. Para eso simplemente debe comparar trayectorias y procederes. He trabajado desde siempre y tengo el honor de dar trabajo, tengo un patrimonio totalmente probado y fundamentado, tengo un compromiso social demostrado por mis intervenciones en diferentes organizaciones sociales, desde el primer centro de estudiante que creamos allá por 1984, pasando por Cámaras, Federaciones, cooperadoras, etc.
Siempre estaré a disposición de las personas que proceden de buena fe para explicar o aclarar lo que me pidan en el ámbito adecuado, nunca en el terreno de la difamación o la calumnia.
BARTOLOME ZUBILLAGA
Concejal del Partido de Necochea

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