“La hormiga, por odio a la cucaracha, votó por el insecticida. Murieron todos, hasta el grillo que se abstuvo». Esta frase que se viralizó en Brasil tras el triunfo de Bolsonaro, refleja el sentir del radical necochense. «Beto» Esnaola, vocero de los patriarcas le soltó la mano a Gonzalo Diez, posicionando como futuro candidato a intendente a un extrapartidario cuyo capital político es inexistente.

Desde la reelección de Daniel Molina en el año 2007 que la Unión Cívica Radical  no gana una elección y dejó de ser una oferta viable para el electorado necochense,  además de haber sido durante años el furgón de cola del Partido Fe del fallecido dirigente peronista Gerónimo Venegas, es lógico entender que la nueva alianza planteada por el «monje negro» no sea una idea tentadora para el militante radical.

Cada derrota electoral y cada acuerdo que terminó volviéndose en contra de los intereses del radicalismo llevan las firmas de Alberto Esnaola y de los patriarcas que una vez más se cortaron solos y apuestan a una alianza con «un comerciante de Quequén» vinculado al socialismo y al GEN de Margarita Stolbizer que en su debut electoral en el año 2015 salió tercero en la interna de su espacio detrás de Fernando Kuhn y Mario La Battaglia rozando apenas el 1 por ciento de los votos. 

La noticia cayó como balde de agua fria entre los correligionarios que reclaman ante todo la democratización partidaria a la hora del armado de listas. 

La militancia radical apunta a Esnaola y sus aliados de coartar la posibilidad de participación de sus opositores a la hora de conformar las listas; piden asambleas para definir a los candidatos e igualdad de oportunidad para participar en las internas, habida cuenta de que en los últimos años las listas que enfrentan al «aparato» de los patriarcas encuentran infinidad de trabas y se terminan cayendo.

Sin embargo, no es la primera vez en los últimos meses que el nombre de un extrapartidario amaga con aparecer como cabeza de la lista radical. En un intento desesperado por captar la atención del votante de Juntos, la ortodoxa dirigencia radical busca al nombre salvador que levante la intención de votos. 

La visita de Martín Tetaz a Necochea pasó casi desapercibida, al punto de que ni siquiera estuvo presente el concejal Alejandro Bidegain, quien supuestamente es dirigente del espacio «Evolución Radical». Las referentes de «La Rawson» Felicitas Cabretón y Josefina Ignacio oficiaron de anfitrionas y presentaron a Martín Migueles, el nuevo golden boy de los medios locales que busca su lugar en el mundillo político necochense, como uno de los precandidatos más fuertes dentro de Juntos.

Si bien los radicales necochenses no se pueden poner de acuerdo ni para organizar una cena para la militancia, la bravuconada de Esnaola puso en estado de alerta a todos los sectores que conforman lo que queda de la Unión Cívica Radical y palabras más o menos, coinciden con los dichos de Damián Unibaso que afirma contra viento y marea que serán los radicales a través de los mecanismos que habilita la reglamentación partidaria quienes elegirán al candidato radical y aunque la palabra unidad sea el bote salvavidas, no se descarta la aparición de más candidatos. 

La caida de Gonzalo Diez

Después de una década perdiendo elecciones, Gonzalo Diez se cayó del pedestal donde lo ubicaron los popes radicales. No valieron las protestas de los militantes, ni los números que arrojaban las urnas, Diez era el número puesto para encabezar las listas.

Pero de «golpe y porrazo» Beto Esnaola, desbanca al «chico mimado» del radicalismo y lo manda a descansar porque según declaró a un medio colega, es hora de que «descanse porque es absolutamente injusto que todo el aparato de prensa del gobierno, más la interna radical, se dedique solamente a hablar mal de alguien».

Gonzalo Diez no es ni de lejos el candidato que aclaman las masas pero como dijo un viejo militante, «al menos es radical». 

Fuente www.ene24.com

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