Según reza el propio manifiesto que el Concejo Deliberante de Necochea publica en su página web, es función de los miembros de ese órgano “defender los derechos de los vecinos, procurándoles mayores servicios con el propósito de mejorar su calidad de vida, elevándole al Departamento Ejecutivo proyectos y propuestas para que éste las haga cumplir”.

Al contrario, la Real Academia Española define al “caradura” como aquella persona “Que actúa con desvergüenza, descaro o falta de respeto”.

Si debiéramos unificar estas nociones antecedentes para describir un perfil, sería natural pensar que las propias contraposiciones fácticas de los términos impedirían que se amalgamen. Sin embargo, quitando todo manto de ingenuidad para dar comienzo a este informe, es justo recordar que es nutrida la lista de ejemplos que ofrece la historia legislativa doméstica si intentamos buscar representantes que puedan encasillarse bajo la sombra de este par de calificativos.

Quizás sea el más cercano en el tiempo, siguiendo una lógica utilizada por el mismísimo intendente Arturo Rojas en una entrevista brindada a un medio radial, aunque nunca lo mencionó con nombre propio, el de un actual edil que vive de quejas, más no de virtudes. “A mí me daría vergüenza si hubiera sido como un concejal, hoy de la oposición, y hubiera cobrado durante seis años como funcionario político sin resolverle problemas a un solo vecino. Por ahí suena fuerte, pero en mi barrio le dirían que es un sinvergüenza”, calificó el mandatario en aquella nota.

Por si todavía queda algún lector distraído que no se aventuró a arriesgar por nadie, el ejemplo en cuestión es el del licenciado Gonzalo diez, de aquí en más, el “concejal del no”. Y no es arbitrario el mote, sino que se basa en hechos certeros que se pueden encontrar refrendados en cualquier portal online (o en casi todos) de la ciudad.

Basada su trayectoria más inmediata en el rol de opositor consuetudinario de Nueva Necochea -y en esto hay que ser sinceros: más por virtudes ajenas que por defectos propios-, su anterior palmarés tampoco avala grandes destellos de brillantez legislativa. El actual presidente del bloque radical vivió un acenso meteórico de su carera política durante la gestión de gobierno del doctor Daniel Molina, donde fue dos veces consecutivas electo como representante del pueblo en la cámara, la primera con apenas 30 años y escasa participación en las actividades de Estado.

Como pudo averiguar Necochea Digital consultando fuentes cercanas a la presidencia del HCD y a viejos colegas, algunos con un no tan buen recuerdo del licenciado, “el concejal del no” nunca presentó un proyecto que ayudara fehacientemente a mejorar la vida de los vecinos a los que representa en casi once años de función pública en el escaño; más bien pareciera que la única encomienda que sus votantes le han delegado es la de contrariar, sin ton ni son -a veces hasta llegar a limites ridículos o al hartazgo de propios-, las decisiones de un Departamento Ejecutivo que lo ha sabido ir sorteando, conociendo que el de la rebeldía, que tal vez le rememore épocas mejores en la Franja Morada, es el único papel en el que le cabe el sayo.

Ahora bien, basándose en los hechos reales, quien llegó ungido con la vara de la justicia para “poner un freno” a la gestión de Rojas, quizás la más ejecutiva y prolija de la democracia moderna, con el antecedente de haber sido uno de los principales impulsores de la destitución del ex intendente Horacio Tellechea, bien supo sostener un cargo fantasma en la Defensoría del Pueblo luego de perder las elecciones de 2015 -situación que se le fue haciendo costumbre- por la cual cobraba una nada despreciable dieta que alcanzaba los cinco ceros (en aquel entonces un salario municipal básico rondaba los 17 mil pesos) y, de acuerdo a los testimonios recolectados entre los trabajadores de la dependencia provincial, sin asistir ni un solo día a esa oficina.

Cuando todavía estaba atado a ese cargo, un informe del portal de noticias Dixit P, aseguraba que Diez registraba deudas en tres bancos distintos (Santander, BBVA Francés y Macro) por la friolera de 952 mil pesos, “muy por encima de sus posibilidades económicas y varias veces más de lo que recibe por su trabajo”, de acuerdo a una investigación que aclaraba que el, por entonces, propietario de tres vehículos, deudor en ARBA y con un juicio en su contra iniciado por la AFIP, “tiene un puesto en la Defensoría del Pueblo, por el cual percibe como salario una suma de $103.000. Además, está inscripto como persona física, como servicios de productores y asesores de seguros, actividad con la cual se dio de alta en el 2013, pero lo curioso es que desde el año 2018 no presenta ni facturaciones ni balances. Este dato será fundamental para intentar entender sus gastos, teniendo en cuenta que son exorbitantes”.

Entre otros datos curiosos, y que lo pintan de cuerpo entero, el politólogo puso el grito en el cielo cuando resultó muy bien recibido por los vecinos el programa Oficina Móvil, mediante el cual el Intendente y su equipo de gabinete visitan barrios a los que nunca llegó el concejal, poniendo en tela de juicio la validez de la cesión del colectivo en el que se desarrolla el operativo, que fuera adquirido por Nueva Necochea y cedido al Ejecutivo para su utilización; sin recordar, o tal vez repitiendo uno de sus gestos de menosprecio habituales hacia la ciudadanía a la que representa, que en plena campaña de 2015, cuando buscaba ser Jefe de la comuna y terminó perdiendo en la interna de Cambiemos, utilizó el mismo método para intentar posicionar su imagen, pero en el Parque Miguel Lillo.

El promocionado lanzamiento de un “revolucionario” proyecto que insiste en la creación del “Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana”, denunciado públicamente como plagio por la ex concejala Marisa Roldán, quien consideró que es una copia de uno ya presentado durante su mandato; la reciente promesa incumplida de regular el precio del GNC estableciendo un tope que, en ningún caso, supere el 35% del precio del litro de nafta súper; o la actual solicitud planteada al Ejecutivo de una mayor injerencia municipal para garantizar la seguridad en el distrito, cuando desde el bloque que integraba en 2013 se opuso radicalmente a la creación de las policías locales impulsada por la Provincia en un intento descentralizar parte del aparato de seguridad y dotar a las comunas de mayor poder de control, son solo algunas de las perlas que guarda en su cofre Gonzalo Diez, bien atesoradas y bajo diez llaves, para que nadie se las pueda robar.

Acusado por sus propios correligionarios de sectario, actor clave en la ruptura de la UCR en sus procesos internos desde 2015 a la fecha (por lo tanto, responsable de los continuos fracasos eleccionarios del histórico partido), y defensor de un presidente denunciado por misoginia, a la radiografía del “concejal del no” todavía le quedan muchas costillas por contar.

Fuente Necochea Digital

Un comentario en «Diez veces NO, Radiografía de un “caradura”»
  1. Es increíble, creo que no hay ningún funcionario «peronista» que no haya apalancado su carrera con con cargo. Podemos recordar como la mayoría, recala en Puerto Quequen (Rodriguez Olivera, Ciancaglini, Goicochea, Aued y sigue la lista….), sin pasar por alto que la carrera del Intendente Rojas se apalancó con su cargo en Anses. Ergo, escupir para el cielo tiene consecuencias, mas cuando la mayoría de estas personas tienen un pasar económico que no se condice con sus cargos y puestos laborales….
    Por favor, hagan periodismo serio y si van a acusar, haganlo con todos los políticos, no con quien les convenga.

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