El ministro de Economía se olvidó de la pobreza y le quiere robar votos a Milei vendiendo demagogia a los que más pueden aportar al Estado. Anunció que el piso del gravamen se actualizará de manera semestral. «Mi presidencia va a estar marcada por la recuperación del salario», aseguró.
Al vecino de a pie no le modificará en nada su economía. El que gane más de 700 mil pesos estará contento, pero seguramente ya llegaba a fin de mes. El ministro de Economía, Sergio Massa, salió a vender demagogia a un mes de las elecciones y busca entrar en un nicho que, hasta ayer, votaba a Milei.
Deberá ajustar en otro lado para llegar al equilibrio fiscal que le exige el FMI, y con el que el funcionario concuerda. Pero a tan poco de tener una chance por sentarse en el sillón de Bernardino Rivadavia todo vale. Después veremos.
El Gobierno kirchnersita se cansó de regalarles bolsones a los cerca de 20 millones de argentinos pobres y anunció este lunes en Plaza de Mayo que a partir del 1 de octubre próximo el nuevo piso del Impuesto a las Ganancias subirá hasta $1.770.000 mensuales, con ajustes semestrales.
En resumidas cuentas, ya no pagará ese impuesto hasta el trabajador que gana el equivalente a 15 Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM) mensuales, actualmente en $118.000.

«Hemos tomado la decisión de, por decreto, impulsar desde el 1 de octubre un mínimo no imponible de $ 1.770.000. En la Argentina solo van a quedar 80.000 gerentes, jubilados de privilegio o beneficiarios de altos ingresos pagando el Impuesto a las Ganancias», aseguró Massa en un acto realizado luego de un encuentro que mantuvo en el Palacio de Hacienda con los principales dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y a autoridades de la Cámara de Diputados.
Al mismo tiempo, dijo que enviará al Congreso un proyecto de ley para que el nuevo piso se ajuste de manera semestral, en conformidad con la evolución del SMVM, de manera que el cambio quede institucionalizada y, así, mantener constante el porcentaje de trabajadores que pagan este gravamen,
«Para mí, el salario no es ganancia. Es remuneración, el pago por el trabajo y esfuerzo que hace cada trabajador. Tenemos que terminar con esta locura de que un trabajador no quiera hacer horas extras para no perderla en el impuesto», aseguró Massa.
Hemos decidido presentar esta ley y esperamos que tal como dijeron en las redes, aquellos opositores que hoy no nos permiten cobrarles impuestos a los que tienen su plata en el extranjero, al menos se dignen a aceptar que los trabajadores no paguen más el impuesto a las ganancias», explicó.
Sobre el final, el ministro afirmó que “en los próximos 45 días se juega el futuro de la Argentina” y le pidió a los trabajadores hacer “todo el esfuerzo posible para construir el 22 de octubre el triunfo de los trabajadores, de la Argentina y el peronismo”.
El proyecto que presentó el ministro de Economía plantea que el Impuesto a las Ganancias (cuarta categoría) cambie de nomenclatura por la de impuesto a los «Mayores Ingresos» y que solo pagarán unos 80.000 contribuyentes, que se corresponden con trabajos de CEOs, gerencias, subgerencias y puestos calificados, así como jubilaciones y pensiones de privilegio, que representan menos del 1% (0,88%) del total de los empleos registrados del país.
El nuevo mínimo no imponible se ajustaría en enero y julio de cada año -según establece el proyecto de ley-, y mantiene el beneficio del 22% de zona desfavorable. Según se detalló oficialmente, se eliminarán distorsiones de las deducciones personales y generales que obligan al trabajador a estar pendiente de cuestiones administrativas.
Para tomar como ejemplo: un trabajador en relación de dependencia con una remuneración bruta mensual de $ 800.000 percibía, hasta ahora, un ingreso neto mensual de $ 550.308, ya que debía afrontar la retención de cargas sociales por $ 132.001 y el pago del impuesto a las Ganancias por $ 117.690.
En cambio, con el nuevo mínimo no imponible, el mismo salario bruto implicará un ingreso neto de $ 667.999, lo que implica una mejora de $ 117.690 en el salario de bolsillo, equivalente a un incremento del 21,4%.